todos primos hermanos, como hacen daño.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político
Cuando Rusia advirtió que no aceptarían que la OTAN y Occidente, tomarán a Ucrania como rampla para su poder militar y control, lo escribí sin ser economista de formación o academia, se nos viene una fuerte inflación que impactará la economía mundial y la nuestra en la región y de manera particular a nuestro país.No hay sorpresas, sino ingenuos y sorprendidos.
El petróleo y el gas mueven la economía mundial, donde Rusia juega a la ventaja. Lo mismo que se afectaría la producción alimentaria, que tiene a Ucrania como un gran productor, sobre todo de cereales.
La guerra estalló. ¿Qué hicieron nuestros gobiernos? Jugar al alineamiento y a comunicados de apoyo y rechazo, al conflicto Rusia-Ucrania. Lo censurable, se veía venir un aluvión de problemas en la economía y qué se hizo? No conozco de plan alguno para amortiguar los efectos y consecuencias de la crisis y con ello paliar algo la gravedad de la situación.
Hoy los consumidores, el pueblo, se hayan sufriendo los efectos implacables de la inflación. Viene el cuco se decía y llegó; ahora a correr a ver que se hace para suavizar los efectos draconianos del golpe que produce la guerra en los mercados. Y, como si al fogón la faltara leña, el presidente Biden, le mete más carbón al fuego agravando con esto, la situación en el mercado mundial y la de su propio pueblo estadounidense.
La geopolítica juega con sus propios intereses y sus reglas. Ahora resulta que Venezuela, también Irán, son potables para algunos entendimientos y negociaciones. El petróleo y el gas, hacen milagros.
Qué tendrán que decir los países que satanizan a Maduro y a la guardia nacional de Irán o como en caso de Panamá, mi país, que se sumaron al juego canalla de un debilitado grupo de Lima.
Todo indica que no aprendieron nada del ABC del manejo y legado torrijista.
La realidad es una escuela. El que no aprende se estrella.
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