La generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur. Habló y trazó la línea de los Estados Unidos para Latinoamérica. 

Por Ramiro Guerra M.     Abogado y cientista político.     

Políticos, analistas y medios de comunicación, jugaron a ser sordos, cuando en el 2022 la generala sin tapujo alguno, señaló que Latinoamérica es su patio trasero. Fue más lejos, dijo que la región es rica en minerales que son considerados como estratégicos para su país y de las cuales no se pueden prescindir. Pocas palabras, buen entendedor, los Estados Unidos, por los medios que sea, harán de todo para evitar que esa hegemonía sea relativizada.

Se trata de una estrategia, que apunta en dos direcciones,

1. Abanicar gobiernos genuflexos, de derecha y
2. Abanicar un proceso creciente de militarización en la región. Mayor protagonismo de las fuerzas armadas y policiacas.

Se trata de una estrategia que, no tolera ni admite la instalación de gobierno de centro popular o izquierda. Lo anterior también como marco referencial, el conflicto EUA, CHINA Y RUSIA.  Revisando el espectro político en la región, la situación no resulta tan cómoda para los Estados Unidos. Veamos, Méjico, un gobierno de izquierda, Colombia igual, otro tanto en el Brasil y bajando para Centroamérica, Nicaragua y Hondura. Todos con procesos de apertura hacia China.

Todos gobiernos no necesariamente antisistema, pero ni eso cuadra para los Estados Unidos.  En el caso de Panamá, las intervenciones se han venido en aumento. El gobierno de Cortizo ha sido extremadamente contemporizador con los Estados Unidos. Recién el gobierno del Perú, aprobó la presencia de tropas aeronavales y del ejército en su territorio.

Estas son realidades que tendrá que lidiar un próximo gobierno en Panamá. Estas son cosas que evade la nomenclatura partidaria criolla. Y no lo van a hacer. Hablar de soberanía e independencia, podrá ser un desaire a USA.        Amanecerá y veremos.

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