Por: José Dídimo Escobar Samaniego
En una entrevista con la BBC, emitida este domingo, el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, ha declarado que, la isla necesitaría la ayuda de EE.UU. en el caso de que Pekín la «invadiera».
En la misma entrevista de este medio inglés, el canciller taiwanés ha subrayado que, Washington «ha estado ayudando a Taiwán durante este período de tiempo», ha estado vendiendo a Taiwán las armas necesarias para la autodefensa y, al mismo tiempo, ha entrenado a «soldados para que se adapten a la guerra moderna».
En los últimos años, Taipéi ha comprado una serie de avanzados misiles a EE.UU. en medio de la creciente tensión con China. Así, la Fuerza Aérea de Taiwán recientemente armó sus aviones de combate más avanzados con los nuevos misiles aire-aire de corto alcance de fabricación estadounidense AIM-9X Sidewinder.
En la estrategia de parar a China en su avance para convertirse en la primera potencia mundial, USA inició hace tres años una guerra económica, tratando de desprestigiar la industria China, acusando además de que quiere dominar a los países de América Latina y África, porque China concede préstamos en mejores condiciones que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o Bancos privados a tal punto que someten a los países en vías de desarrollo y Estados Unidos se ha opuesto siempre al desarrollo de la estrategia comercial China llamada la Ruta de la Seda.
Estados Unidos no desea enfrentar militarmente en forma directa a China, pero le parece bien la estrategia que se ha configurado alrededor de Ucrania para hacerle la guerra a Rusia, sin estar directamente ellos confrontados. Asimismo, el caso de Taiwán representa, según los políticos de Washington y los militares del pentágono, creen que, armando hasta los dientes y entrenando con las mejores técnicas occidentales, los Taiwaneses se expondrían y producirían serios daños a China y aletargarían seriamente su avance en materia de desarrollo general.
En tiempos anteriores y desde la década del 70, cuando Henry Kissinger desarrolló conversaciones con Mao Zedong y luego Richard Nixon visitó Pekín y se normalizaran las relaciones diplomáticas con China, Estados Unidos reconoció la existencia de una sola China y ello implicaba que se reconocía a Taiwán como parte del territorio insular histórico chino.
Por su parte y desde entonces, China ha ofrecido a Taiwán – tratándola asunto interno — que ésta se integre a China conservando su actual sistema bajo el principio de “un país y dos sistemas”.
Qué hizo cambiar a EE.UU.
Lo que ha hecho cambiar a Estados Unidos es que nunca se imaginó que la velocidad del desarrollo económico, social, científico técnico y humano de China se produjera tan rápido, a tal punto que hoy China es la primera potencia económica mundial, mientras que hace apenas treinta y cinco años eso parecía una quimera.
Cuando Chiang Kai-shek salió del territorio chino, derrotado por Mao Zedong en 1949, se refugió en la isla de Formosa o Taiwán con la esperanza de que los comunistas de Mao fracasaran y Chiang pudiera regresar algún día.
En esa isla vivían nativos, y la misma había sido ocupada por Japón antes y durante la Segunda Guerra Mundial, pero todos sabían que era territorio chino. Jamás Chiang Kai Shek ni su hijo que lo sucedió se propusieron la independencia porque reconocían que la isla era territorio chino.
Estados Unidos ha tenido que valerse de acusaciones sin pruebas acerca del desarrollo de la tecnología china en las comunicaciones, la cual es superior a la norteamericana y, en ese sentido, ha bloqueado a grandes empresas chinas y las ha acusado de lo que ellos mismos hacen desde hace mucho tiempo, como es espiar a sus propios ciudadanos y al resto del mundo, por medios tecnológicos.
En ese afán han desarrollado listas de sanciones a funcionarios y personas chinas, incluyendo al actual jefe de la cartera de la defensa, Li Shangfu.
El General Lloyd Austin deseaba reunirse con Li Shangfu en una conferencia en Singapur, y éste rechazó tal reunión, asegurando ayer sábado en el Foro de Seguridad llamado “Diálogo Shangri-La” que su país está «abierto» a la comunicación con la parte estadounidense, pero que «si no hay respeto mutuo, el diálogo no es productivo».
Estados Unidos está preocupado porque China conoce al detalle el desembarco de armamento en Taiwán y todos los pormenores que se adelantan en su contra.
Este hecho deja al desnudo la actitud hostil de Norteamérica contra China, aún si tienen que exponer a la población taiwanesa — tal como ocurre en la guerra de USA y Europa contra Rusia – que sacrifica a los ucranianos.
Es por ello que, hasta ahora no haya prosperado la salida negociada al conflicto, como precisamente propone China.
¡Así de sencilla es la cosa!
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