La Destrucción Continua Y El Cinismo; son Parte De La Estrategia

La actual administración sigue inaugurando obras ajenas o sea del gobierno pasado. Incluso algunas, como ayer, las reinauguran y lo hace con bombos, platillos y llantos, dando a entender que son propias, cuando no es así. Es el cinismo como estrategia engañosa que se hace acompañar mediáticamente para confundir al pueblo. No hay otra explicación.

Juegan a que con una profusa campaña de propaganda remediarán la pésima imagen que tienen en tan solo un año de gestión. Pero subir la loma, lograr la aceptación e incrementar su popularidad es totalmente seguro que no será así, aún con los medios de comunicación bajo su total control han perdido toda credibilidad. Porque puerco goloso aunque le quemen el hocico.

El gobierno y los medios escritos, radiales; pero, sobre todo, la televisión mantiene una complicidad más que evidente. Por ejemplo, durante las semanas recién pasadas, había manifestaciones por doquier y tanto MEDCOM como TVN, no las transmitían y si la divulgaban lo hacían de manera sesgada.

Apuestan a que, quién controla el poder del Estado, la economía y los medios, podrá controlar al pueblo y se consolida en el poder. Deben tener a uno de esos gurús, no sé, uno de estos vende humo de la comunicación, tratando de resolverles ese tema.

Y no es especulación lo que digo, es análisis, observación y entender sobre esas conductas maquiavélicas que aún se sustentan en el hecho de que: “el fin justifica los medios”. Lo dicho se sustenta de inmediato, primero en la intención del gobierno en crear dudas sobre lo que hizo. Es lo que Robert Proctor señala sobre la “ignorancia socialmente inducida”. Allí salta, por ejemplo, la conferencia de prensa llevada a cabo en la tarde de ayer (17/07/25), en donde la ministra de Trabajo resalta una serie de argumentos contra las organizaciones sindicales, sobre todo, el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS). Pero no hablo en ningún momento de la compensación o al menos de una estrategia de creación de empleos que compense la creciente tasa de desempleo incrementados por ellos mismos, en este último año.

Todo está “fríamente calculado”, al decir de Chespirito, porque lo segundo, dentro de esa estrategia que va más allá de ser una campaña de comunicación, es más bien una táctica de manipulación comunicacional bien orquestada; debo reconocerlo. Así lo hizo Joseph Goebbels y bien por un momento; pero todos sabemos cuál fue el trágico final.

El gobierno todavía no logra afirmarse y mucho menos elevarse. Mantiene una impresionante percepción negativa por encima del 93 por ciento de no aceptación. Sin embargo, trata de elevar trofeos que muy en el fondo, más bien los está afectando terriblemente y los afectará aún más en el mediano y largo plazo, cuando el tiempo ponga cada cosa en su lugar. Una buena campaña comunicacional es sobre resultados positivos y genuinos de la gestión administrativa pro ellos usan la mentira o medias verdades.

Están levantando estatuillas sustentadas en supuestos logros que, si lo fueren, serían victorias pírricas. Pero, no, en lo absoluto, en cuanto a lo hecho hasta el momento, nada tiene que ver con triunfo alguno. Sin embargo, ellos, impulsan la estrategia de convertir el logro de una serie de canalladas, declarándolas como triunfos positivos, intentando revertir la negativa precepción ciudadana de hechos como las represiones sucedidas en Bocas del Toro, Darién, Veraguas, Los Santos, Colón, Darién y otros puntos; además de la asfixia y destrucción de sindicatos, la atomización magisterial, el desprestigio promovido contra la Universidad de Panamá y el método de la imposición, la impunidad y la persistente violación de la Constitución Política y las leyes del país en algo que sea visto con buenos ojos por una ciudadanía que será víctima inmediata del aparato de propaganda en que se han convertido los medios radiales, escritos y televisivos con raras excepciones. Para esos efectos, están desarrollando esa campaña propagandística engañosa en contubernio con los medios tradicionales de comunicación social, intentando cambiar la opinión pública a su favor.

Ellos son conocedores de que, si se mantiene ese bajísimo porcentaje de aceptación, no podrán sostenerse y menos lograr los siguientes pasos entre los que se contemplan dos temas sumamente peligrosos. Uno es el minero y ahora, también observan el de la constituyente.

Dirán después, en su autodefensa, cuando ya las aguas del tiempo le lleguen a la nariz, que tuvieron que hacer el gran sacrificio; pero a la vez sustentarán que era necesario. Pero no, no señores, porque además de no recibir ningún reconocimiento, solo lograrán el repudio perenne que ya viene siendo recogido por la historia. Los premios de mayor trascendencia solo son otorgados por los «grandes logros» y la destrucción de la soberanía de un país, la entrega de nuestros recursos al capital extranjero, la destrucción de las instituciones y el rotundo rechazo a la gestión gubernamental en menos de un año, de ninguna manera es algo que puede interpretarse como logro o triunfo de cualquier tipo.

Así es que, no intente elevarse, porque para brincar alto hay que tener buen apoyo e impulso en la tierra, es decir en la base; además, es necesario que cambie el paso porque se le rompe el vestido y no vaya a ser que ese posible caminar elegante les sea confundido con los malos pasos de las meretrices, que permanecen en los alrededores; sobre todo, en La Mayor, lugar de importante referencia masculina y allí, aunque aves pálidas; no obstante, son garzas, no como las de palacio; pero, saben su lugar y actúan en consecuencia; cobran el chechén acordado con el cliente, cumplen el servicio y todos contentos. Se respeta ese principio.

Por tanto, contratar, no los servicios furcios, pero si a quienes lo prestan, con ello, a lo mejor sería posible adecentar el lenocinio y la degradación del putiferio que queda subiendo la loma y a la izquierda unos 200 metros más delante de la Bocatoreña y que la ciudadanía ni el gobierno se preocupen por un posible cambio de las garzas en la pileta, porque entre ellas se reconocen el pedigrí. En conclusión, nadie trata de tumbar este gobierno de panzones y gordiflones, porque el problema no es ese, sino que no nos caiga encima y nos aplaste a todos con su peso. Lo único que aspiramos es que hagan las cosas bien.

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