Carne–Vales: fiesta del despilfarro

Victoriano Rodríguez Santos

diostesalvepanama@yahoo.com

Una veintena de artículos sobre el uso inadecuado de vehículos oficiales, bajo la tutela del gobierno o alquilados por éste.

Cada institución o dependencia del Estado tiene vehículos con placa particular o encubierta -es decir, placa particular-. Por ley, corresponden sólo dos vehículos por institución bajo esta modalidad, pero se han inventado otras, por lo que hay varios, incluso hasta alquilan vehículos. Éstos, generalmente, son utilizados como particulares, pernoctan en residencias, la calle, cuarteles de policía o bomberos, pero rara vez en las instituciones correspondientes.

Nuestros artículos de 30/5/08 y 6/6/08, hicieron referencia al Decreto de Gabinete 46 de 1972, que norma el uso de los vehículos oficiales y los Decretos Ejecutivos 124 de 1996 y 6 de 2003, que, como sistema de control, no modifican sustancialmente el primero, pero permite el uso, quizás abuso, a otros funcionarios.

Algunos jerarcas públicos, producto de su marginalidad mental, continúan quebrantando la administración pública, producto del desconocimiento ciudadano y  continúan con la fiesta del despilfarro.

Tanto para carne-vales, como Semana Santa y fines de semana, los vehículos oficiales con placa particular, como los alquilados son utilizados para paseos familiares, sin que exista investigación del uso y donde pernoctan esos automóviles.

Existe el analfabetismo funcional, tanto de quien hace como de quien deja hacer, al parecer no hay control, seguimiento ni registro, de los vehículos que utiliza el Estado, que usan placa particular.

Nuestro artículo de 13 de enero de 2011, hizo referencia al uso indiscriminado de vehículos oficiales en Carnaval y Semana Santa. Donde igualmente se hizo referencia a la normativa, pero se la pasan por la nariz.

En estos Carne-Vales habrá un despliegue de policías y funcionarios con “escuálidos viáticos de subsistencia” procurando llevar orden y evitar el uso de vehículos oficiales sin salvoconducto; sin embargo, quizás cientos de vehículos oficiales con placa particular, se pasean libremente y en la nariz de estos fiscalizadores. Es una burla orquestada por algunos jerarcas y sigue la corrupción ganando terreno.

Pero la fiesta viene desde más lejos. El Gobierno inicia labores generalmente a las 8:00 a.m., pero vehículos oficiales o con placa encubierta recogen, diariamente, personas en residencias desde las 5:00 de la mañana, entre secretarias, jefes, consortes y hasta estudiantes (que llevan a escuelas o colegios). ¿Quién le paga el viático al conductor? ¿Quién surte de combustible a ese vehículo?

En la tarde, sucede lo mismo, Los vehículos pueden verse en barriadas y cuarteles policiales (Don Bosco, entre otros), entre 3 y 12 vehículos, pernoctando, sin que ninguna institución investigue. La sinvergüenzura se ha hecho pública.

Inclusive a algunos los jefes de seguridad, directores de mandos medios y Secretarios Generales se les asigna vehículo con placa particular, pero ¿qué dice el Decreto Ejecutivo 124 de 1996? ¿Es o no violatorio al artículo CUARTO del Decreto?, pero en un país donde galopa la corrupción, ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿Permanecerán en custodia, en las instituciones y verificados por auditoria, los autos alquilados por el gobierno? Eso es como pedir mucho, ¿o no?

Señores, viene la ponchera, los Carne-Vales. ¿Cuántos vehículos oficiales pudieran estar en el jolgorio? Cuando no se tiene el valor, coraje, hidalguía y dignidad para mantenerse firme en lo que le corresponde, tiende a caerse de hinojos delante de cualquier zarrapastroso corrupto. ¡Dios te salve, Panamá!

Ciudadano humanista.

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