Un 31 De Diciembre. El Año Perdido En Los Laberintos Del Tiempo.

Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
En plena víspera de recibir el año nuevo, poco para las doce mediodía, suena el ring ring. Hola Ramiro estoy preso en narcótico. En ese tiempo la oficina de narcótico quedaba en la avenida Justo Arosemena.
¡Chuleta! Que vaina se metió el amigo y hoy.
Al llegar, Dios sabe lo que hace y resulta que el jefe de narcótico era un conocido y amigo de infancia en Puerto Armuelles.
Sé a que vienes, me duele lo del amigo.
Pasada hora y media, me dice, tendrá que quedarse preso.
Al frente del despacho del jefe, había una celda y allí se encontraba el amigo
Hay que esperar del laboratorio del DENI, los resultados.
Jefe hagamos algo, yo me lo llevo y mañana a primeras horas se lo traigo. Mi espíritu se llenó de gozo.
Esa noche el amigo la pasó con su familia.
Siempre he escrito, que el cristiano de verdad, es un ser grande.
Si eres cristiano, no abandones nunca a un amigo.
Estamos harto de tantos falsos seguidores de Cristo. Apártalos de tí.
A propósito de los luchadores sociales, son gente de un don espiritual, servir al pueblo.
No los dejemos solos.
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El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.