El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Cuando la indecencia e indiferencia se convierten en el quehacer diario, se camina sobre un hilo que algarete sucumbe ante cualquier cruce de viento; peor aún si fuere monetario.
Miembros fundadores del PRD y sus hijos con trayectoria de honestidad y transparencia, hoy consideramos que los dirigentes de ese Partido no nos representan.
Sentimos que al partido lo han convertido un cascarón con malos vicios y fincas de engorde. Dónde la dignidad no es consiga ni insignia, menos sentimiento. Donde el honor fue como el agua que corre bajo el puente, no volverá, nunca más.
Señores directivos y diputados del PRD, están durmiendo con el enemigo. Omar lo dejó muy claro y puso un abismo entre ellos y nosotros.
Nos creó escuelas, colegios y universidades, para que tuviéramos las mismas oportunidades en cuanto a formación académica.
Nos creó centros de salud y hospitales, para que pudieran medicarnos y extraer las lombrices de la ignorancia y salir airosos de las enfermedades físicas y el porvenir económico.
Construyó carreteras, caminos de penetración e hidroeléctricas, para ponernos a la vanguardia y procurar un desarrollo económico para todos.
Desarrollo que han secuestrado quienes se han apoderado del crecimiento económico, para provecho de unas cuantas familias.
Ustedes bajo la sombra y protectorado de corruptos se han prestado a la venta de esta Patria que desprotegida muere.
La última y más elocuente prueba fue la vagabundería, que todo Panamá comenta, en la escogencia retardataria de la Junta Directiva de la Asamblea de Diputados, donde mostraron el cobre, una vez más. Es necesario recordarles que «cuando la dignidad está en juego, el honor no está en venta”.
Si algo les queda de dignidad, el único camino es la renuncia irrevocable de ese colectivo político. Basta ya de continuar haciendo daño al conglomerado. Aún muchos creemos y seguimos los postulados que instituyó Omar Torrijos Herrera. El mayor beneficio colectivo, posible.
Señores diputados, si tienen coraje e hidalguía, renuncien al colectivo y afíliense al enemigo político al que ustedes por voluntad propia, interés o beneficios personales se han unido.
Nuestra mejor decisión, en las pasadas elecciones, fue el apoyo irrestricto a los independientes, de la coalición VAMOS. De traicionarnos, no sería por estupidez de seguir a los mismos que se perfilan como traidores a la población y a la Patria. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, máster en Recursos Humanos.
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