Caja De Seguro Social: Daño Colateral

Por: Pedro Rivera

Lo único que sé es que, si el Estado sigue subsidiando a la población, y por ese mismo camino subsidiará al millón de jubilados que podríamos llegar a ser, y lo seremos con creces, transitaremos irremediablemente al infierno, sin zapatos, por un camino lleno de piedras.

Y peor, si esas jubilaciones se pagan con deudas, como lo son hasta ahora en otros rubros.

Sin dar el salto del modelo terciario a un modelo de economía primaria, agroindustrial, generador de empleos, seguiremos dando más vueltas que un trompo en vez de cogerlo con las uñas.

O jugando bolsita en mesas únicas. O yacks. O guacho como los niños de mi generación.

Ni moral, ni sentimental, ni politiquero, ni clientelar, el problema del Estado panameño, en general, y de la Caja de Seguro Social, en particular, es estructural.

Hay que recordar que el Seguro Social se creó en Alemania, no como gasto sino como fuente de inversión.

Las recaudaciones se invertían en los servicios de salud y jubilaciones, sí, pero también en la industria para acrecentar los recursos del Estado.

Pienso en la Caja de Seguro Social y en las palabras que me dijo papá: «si no usas la plata para hacer más plata nunca tendrás plata».

El dueño del dinero es de quien lo invierte. La caja de seguro no lo invierte. ¿Será que lo deposita en los bancos para que otros lo inviertan?

El Seguro Social se convirtió en una de las claves del desarrollo de los países de Europa. Evolucionó como fuente generadora de valores agregados.

En Panamá evoluciona como daño colateral.

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