El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Abril de 2023.
Rubén Darío Sousa
Tengo en la memoria, cuando se hizo pública la reunión que sostuvo Rubén Darío Souza, marxista leninista (y toda una vida dedicada a la lucha social y patriótica), con Stanley Motta.Algunos de sus viejos camaradas pegaron el grito al cielo, no se explicaban cómo Rubén se reunía con un personaje emblemático del poder económico.
Hasta yo quedé sorprendido. Amigos de Rubén, me dijeron que él solo dijo, sí tengo que hablar con el diablo, (figurativa la alusión) para encontrar caminos que ayuden a salvar a este país y a mi pueblo, no hay temor alguno en llegar y hablar.
La historia da giros y hoy me siento obligado a escribir. Fui invitado a una reunión para conversar sobre el cómo encontrar salidas y soluciones a la crisis del país para esa fecha y volver sobre una real gobernanza.
Cual no fue mi sorpresa. Sentado en la mesa central se encontraba el hombre que, según dicen, es el más rico de la región, el señor Stanley Motta y Juan David Morgan, de Morgan y Morgan al igual que un exministro de educación y otros distinguidos científicos en el área ambiental y economista. Lo mismo que una representación de la clase obrera y sindical.
La reunión empezó con la invitación del moderador, buscando romper el hielo. Todos dirigieron la vista hacia donde estaba sentado. No me quedó otra cosa que iniciar el diálogo y así romper el hielo.
Intervine, fui enfático en decir que el problema de la clase empresarial, es que es capitalista por la fuerza. Sigue siendo estamentaria, sectaria y egoísta. Le cuesta entender las luchas sociales y sindicales. Le produce picazón cuando los sindicatos recurren a pliegos para negociar convenciones.
Acoté que, el problema de la educación es el eje para avanzar, pero son los propios empresarios que juegan a la demagogia con este tema.
Que me parecía interesante la iniciativa de estos empresarios, pero que, tenían que convencer a su clase, de sus buenas intenciones, de encontrar salida de este desbarajuste al que han llevado a la nación.
Stanley Motta
El hombre más rico escuchó con un grado de paciencia oriental. El señor Motta asintió en puntos que señalé, sobre todo en el tema educativo. Fue breve, sólo dijo, el problema de fondo es de gobernanza.
Le imprequé sobre el tema de las reglas del juego constitucional. Respondió, nuestro sistema político no elige a un presidente, sino a un rey y es allí donde reside parte de la disfuncionalidad del estado.
A renglón seguido, tomó la palabra el señor Morgan para subrayar la importancia de unir fuerzas que apunten a cambiar lo que tenemos de status quo.
Los dirigentes sindicales fueron claros al señalar que, cómo se puede fraguar un entendimiento interclasista, cuando los empresarios y sus organizaciones centran su atención en ‘fregar’ a los trabajadores y al pueblo.
Citaron la frase de una empresaria, que dijo, que si los pobres querían agua que la fueran a buscar al río. al igual que la intención de privatizar la Caja de Seguro Social y el odio a la solidaridad.
La reunión fue muy cordial y tal vez productiva. Todavía hoy le doy y doy vueltas a esa reunión y sus reales perspectivas en cuanto a resultado. Motta y Morgan, dijeron que se reunirían con otras organizaciones, incluyendo las suyas propias de clase.
Hoy recuerdo a don Rubén Darío Sousa. No se pierde nada con dialogar con el adversario de clase, cuando se actúa con principios y claros propósitos de objetivos para sacar al país del desastre en que nos tienen.
Encontrar espacios para avanzar en medio de entendimiento interclasista no es fácil, pero tampoco imposible. En lo personal, me tocó contribuir a forjar un espacio de concertación de sindicatos con los industriales para luchar contra el plan Ford, que procuraba desmantelar el sector productivo del país
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