El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
Junio de 2023.
Los jóvenes de hoy deben saber que cuando se negociaban los tratados Torrijos Carter, los adversarios del comandante Omar Torrijos dijeron que, eliminar las bases militares de los Estados Unidos en el territorio nacional, dejaría a más de 10 mil trabajadores sin sus empleos.
También dijeron que los panameños no estábamos preparados para administrar el canal y que la soberanía no se comía. Torrijos y las fuerzas nacionalistas nunca dieron su brazo a torcer. Omar tenía claro que la dignidad de una nación, no se vende ni tiene precio. La oligarquía fue derrotada en un plebiscito.
Hoy, a propósito del contrato que negoció el gobierno de Cortizo con la Minera, centran la defensa del mismo en los milloncitos que pagará esa empresa al estado panameño. Para ello es Irrelevante y de poca trascendencia que dicho contrato delinea lo que eventualmente será un enclave, con graves violaciones a la constitución nacional.
Me decía un colega que el manejo del gobierno en esa negociación fue malísimo, se sentó a negociar como si el cobre, el oro y otros minerales le pertenecieran a First Quantum.
Ese estilo de negociar me trae a la memoria a la United Fruit (Banana) Company, que amenazaron a Omar Torrijos con dejar el país cuando este le impuso un mayor impuesto por caja de bananos. Omar no se dejó amedrentar. En esa coyuntura, las élites del poder se fueron en contra de la lucha que abanderaba el general.
Estos señores que hoy se dicen torrijistas en el poder, celebran un contrato leonino. Un contrato que es injusto y abusivo por favorecer sólo a una de las partes y exigir el cumplimiento de condiciones particularmente duras a la otra. Se les olvidó que la dignidad, la soberanía, no pueden ser tasadas con dinero.
Un poco más atrás en la historia, me viene a la memoria el general Remón Cantera cuando, durante la etapa revisionista del Tratado Hay- Buneau Varilla, sentenció que Panamá no quería ni millones ni limosna, sólo justicia. Desde esa época ya se venía haciendo conciencia que la dignidad y la soberanía no se venden ni tienen precio. El 12 de diciembre de 1947, mientras tanto, el pueblo se lanzó a las calles y no se permitió la ratificación por la Asamblea de ese año al convenio sobre bases militares extranjeras de 1947, que finalmente el pueblo logro que el gobierno reculara y no admitiera la existencia de casi 150 bases militares extranjera en todo el territorio nacional, la juventud y el pueblo de ese entonces volvió a escribir una página de dignidad.
Hoy hemos visto reeditar la vieja alianza oligarcas-gobierno. La Asamblea Nacional tiene la obligación de no dejarse seducir por el dólar y sus cantos de sirena: $$$$$$$.
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