El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Eduardo A. Reyes Vargas
Por lo que acontece en nuestra nación post invasión hay tres frases lapidarias que son vigentes y quizás muchas otras.“Por su concisión y solemnidad parece digno de ser grabado en una lápida es una definición sencilla de frase lapidaria.”.Quizás algo agudas.
La invasión a Panamá la sustentó el Señor Bush y su equipo de colaboradores bajo pretexto que la historia comprobó ausentes de fortaleza.
Repásenlas y hagan el chequeo si se cumplieron o no, post diciembre de l989.
A la par del derrumbe del muro de Berlín, surge el nacimiento de un nuevo intervencionismo solapado sobre Panamá.
OBSERVEN que todos nuestros mandatarios, electos para bien o para mal por nosotros tienen algún grado de educación en Estados Unidos.
Y ello no es malo, pero para los gobernantes de USA les garantiza que son mandatarios conocedores de los verdaderos intereses e idiosincrasia de esa nación poderosamente militar.
Es revelador las distintas misiones de Norteamérica (USA) a Panamá, y las alianzas estratégicas de todo tipo que se han incrementado post l989.
En realidad la tutoría desde l903 se ha incrementado.
La presencia de los Estados Unidos a través de centros o áreas de influencia en Panamá, bajo la excusa del narcotráfico es muy evidente.
Ojalá también esa tutoría nos ayudase a combatir la corrupción interna que padecemos y hace de este terruño un territorio muy peligroso para todos, tanto nacionales y extranjeros.
Las unidades de inteligencias de Estados Unidos deben conocer quién es el corrupto en Panamá y a qué niveles de la sociedad actúan. Por ello a algunos con penas muy leve le quitan las visas.
Por ahora solo un presidente o sus familiares están en capilla ardiente a una extradición y juicio en USA.
El General Noriega fue quizás su primer extraditado de alto nivel con un juicio que la historia determinará si fue o no justo en USA.
Los nuevos ricos y más ricos que sabemos le es difícil sustentar el origen de sus dineros, son una muestra del saqueo al erario público y los norteamericanos lo saben.
De momento nos resultan esperanzadoras algunas declaraciones de sus funcionarios sobre su compromiso a fortalecer la democracia y a combatir la corrupción en este Continente.
El tutor externo ha existido y existe si queremos usar un vocablo elegante.
Por ahora todo es retórica.
Hay una población cándida que fue utilizada para que se diese la invasión y algunos de sus líderes son hoy duros críticos de la democracia panameña post invasión.
No aceptan algunos que fueron sólo instrumentos de otros.
Están decepcionados.
Sin gran poder de convocatoria y con la esperanza de una mayoría que esto cambie y Panamá sea la real democracia participativa y representativa que el Señor Bush prometió. Y no la comedia que sufrimos.
Y con una justicia panameña aparentemente selectiva y elitista el escenario es muy doloroso y preocupante.
“I took Panamá”, es evidente.
“EL que quiere conocer a Panamá que venga porque se acaba.
“Los que vienen serán peores.”
De todo son conocidos sus autores.
*Escrito ante de la divulgación de los Pandoras.**
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