Por Sus Hechos Los Conoceréis.

 

Dime Con Quién Andas Y Te Diré Quién Eres.

Por: Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.

Vivimos en un mundo donde se habla y escribe mucho pero, en la realidad, nos hemos acostumbrado a los discursos falsarios. Una cosa es lo se dice y otra lo que se hace.

Lo anterior es tan grave, al punto que se puede contar con los dedos de la mano, los regímenes que hacen lo que dicen o prometen.

Cómo calificar un gobierno que dice hablar de paz y diálogo, pero se alinea con regímenes y gobiernos que juegan por la guerra, la matanza de palestinos y posiciones antihumanitarias.

Vemos el caso del gobierno de los Estados Unidos, tutor del gobierno fascista de Israel y abiertamente aboga por un mundo de dominio unilateralista.

Juzgar a un multilateralismo, pero en la realidad, a lo hora de serlo, se suman a los Estados Unidos. O para, supuestamente, guardar distancia frente a las posiciones, se abstienen. Una forma falsaria, cuando en la realidad, son países y regímenes, que actúan como peones de los intereses del gobierno de Trump.

Es el caso típico de nuestro país, Panamá, donde su prestigio se ha visto comprometido, dada las posiciones en política exterior, que lo ubican como un satélite USA.

No hay excusa o argumento para justificar la masacre o abstenerse en una votación de la ONU, donde se apoyaba la existencia del estado palestino y el repudio a la masacre en Gaza.

El gobierno de Panamá, subestima el como, en la mayoría de países del planeta, nos ven como un país alineado con los Estados Unidos y sus unilaterales políticas en todo el planeta.

Mucho de lo que se dice en foros internacionales, está lejos de lo que en realidad existe en el plano nacional. Se exhiben posiciones que están lejos de la existencia de un estado soberano.

Observar a un alto oficial de la fuerza pública, reunirse con el embajador gringo, está fuera de lugar (una conducta que se da a diario por parte de funcionarios).

Los Estados Unidos dicen respetar la soberanía pero, a diario la violan y el trato es un vasallaje ignominioso.

Nos tratan como un protectorado y el gobierno se siente cómodo con esa realidad.

Nos llama la atención que, en foros internacionales, se evade la verdadera situación que estamos viviendo los panameños. Nada acorde con lo que se predica.

Vender la tesis de hacer del país, una isla de las élites financieras, no augura nada positivo y peor, cuando se asumen compromisos de lesa existencia en materia social y laboral. (chiquita banana, mina de Donoso, etc…)

Se puede reconocer que sumar países para que adhieran al tratado de la neutralidad permanente es positivo pero, lo que no es positivo es que, en el plano nacional, el régimen, tolera y es permisivo a que los Estados Unidos, violen este tratado.

La mentira tiene patas cortas. Los países no son tontos. Conocen de lo que escribo.

El discurso falsario solito se desmantela. Es un problema de tiempo.

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