El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ing. Juan M. Urriola
El sector electricidad corporatizado (algunos llaman privatizado) y regulado por el texto único de la ley 6 del 3 de febrero de 1997, establece para el sector generación, principios fundamentales de competencia, información suficiente y transparente y es muy claro que no debe existir monopolio, en esto último es reiterativo en varios de sus artículos.
Antes de continuar, quiero aclarar que soy empresario por formación académica y por experiencia profesional, pero que también me queda claro que una empresa privada que preste servicio público, en este caso el servicio de electricidad que, es fundamental para el desarrollo socioeconómico del país, requiere que las autoridades responsables y los gobiernos de turno así lo entiendan y se lo hagan entender a los agentes inversionistas para que no ocurra la grave situación que ahora estamos viviendo y que pone en peligro a todos los usuarios de ese vital servicio.
Todos los agentes del mercado eléctrico de Panamá, son importantes para el mantenimiento y desarrollo de este atractivo mercado, pero se ha venido marcando desde hace años que, los gerentes de la empresa AES, reiterativamente optan por acciones que enmarcan en campañas mediáticas y manipuladoras de la información, que inquietan al sector inversionista y que además, van en dirección al monopolio de la generación que, podría causar un desbalance y un riesgo para el suministro. Se imaginan que AES entrara en una difícil situación económica financiera, teniendo bajo su control más del 50 % de la generación del país, como en efecto ocurre en la actualidad?
Ese excesivo control de la generación, que la Ley prohíbe y la Constitución política también, está haciendo que su actual gerente se esté comportando en forma arbitraria, en permanente publirelacionismo, que no es más que preparando camino para seguir influyendo en una parte elitista del mercado y en las autoridades del país.
AES debe corregir su rumbo y dar un golpe de timón que lo mantenga en una posición de negocio y servicio, de acuerdo a las reglas del mercado de un país que le ha dado esa oportunidad y que reconoce su rol.
En el gobierno de Martín Torrijos se le permitió que subiera su % de participación en la generación y se concedió de acuerdo a lo que la ley 6 establece. Así se pudo construir la Hidroeléctrica CHAN1, con beneficio para todas la partes y mucho para el país.
En el Gobierno de Ricardo Martinelli, AES tuvo problemas con el túnel de ESTI y el gobierno aprobó una partida de $50 millones como préstamo del socio, y este acto de buena voluntad del Estado Panameño tuvo como respuesta de AES que, demoras (de días) en el trámite de gobierno para disponer de los fondos que, esta empresa en una actitud de soberbia inexplicable, bloqueara la compensación de los pagos a TODOS los agentes de mercado eléctrico, poniendo en peligro la base fundamental de confianza financiera en este mercado. Esta actitud causo mucha indignación en el Gobierno del presidente Martinelli.
AES por temas operativos y al tratar de lograr la mayor cantidad de agua posible en el embalse de la Hidroeléctrica de Bayano, (lo cual se traduce en ingresos) tuvo, sin duda, niveles importantes de responsabilidad en las dos grandes inundaciones en áreas, aguas abajo de la represa, causando graves daños materiales y humanos a miles de compatriotas.
Panamá, ya vivió una Fuerza y Luz, que intimidaba a la población, y le gustaba el rol de influencia política. Esto lo terminó Omar Torrijos. NO queremos una nueva Fuerza y Luz.
Reiteramos, todos los agentes de mercado son bienvenidos y su aporte tecnológico son apreciados, pero zapatero a tu zapato; y nuestras autoridades son igualmente responsables que cumplan su mandato al respecto.
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