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Ideas Delirantes Y Creencias Erróneas Generadoras De Grandes Conflictos


Por Gonzalo Delgado Quintero

 

Leía en las redes algunas noticias, entre ellas dos, sobre los últimos acontecimientos de las guerras en Ucrania y en Palestina.

Describían el ataque en año nuevo por parte del ejército ucraniano y de la OTAN sobre la población de Donetsk y la respuesta rusa con drones; en tanto, la otra noticia hacía referencia a lo anunciado por el mandatario israelí, sobre la prolongación de la guerra más allá del irreparable daño ocasionado que se ha venido ocasionando desde el pasado 7 de octubre, cuando Israel inició el primer ataque con un resultado de 1,159 víctimas mortales de los cuales 828, más de la mitad, resultaron ser civiles.

Al cierre del 2023 fuentes oficiales han registrado el daño causado por las fuerzas militares israelíes que suman 21,978 muertes, 58 mil heridos, 7,000 desaparecidos, un millón 900 mil desplazados, 312 médicos palestinos asesinados, 4,156 alumnos muertos por los ataques en Gaza y Cisjordania y 41 muertes en los últimos dos días.

El propio Benjamín Netanyahu ha dicho “Tenemos la ventaja, hemos matado a más de 8,000 terroristas», afirmó, en la Radio del Ejército. Es curioso, pero decir esa cifra (8,000) de casi 22 mil muertes, allí, ya no hay daño colateral, sino genocidio en su máxima expresión como producto del ataque indiscriminado.

En el caso del conflicto ruso – ucraniano, éste ha dejado desde que inició el 24 de febrero de 2022, cientos de miles de muertos. Se calcula que Ucrania ha perdido alrededor de 500 mil efectivos militares y Rusia otros tantos miles.

Al final de esta narrativa, todo se resume a las ideas delirantes y a las creencias erróneas de supremacía de quienes están promoviendo, debido a este sentimiento de superioridad, sus propios intereses mezquinos detrás de estas guerras. Todo lo tratan de controlar, ya lo habíamos advertido, este grupo del poder invisible mundial, que ya no está tan oculto, y que hoy incluso salen a la luz bajo las figuras fantasmagóricas de la Black Rock, Vanguard Group y otros son los que están detrás de estos y otros muchos conflictos que en total suman 62 en la actualidad a nivel general en diversas regiones del planeta.

En la lógica de este poder está en primera línea, mantener su hegemonía global o al menos mantener el espacio que han logrado desde 1990. Entonces, decíamos que cualquier región que tuviera agua, petróleo o cualquier recurso mineral se convertía en foco de atención y objetivo estratégico de estos grupos del supra poder económico.

Es por ello que en realidad no se trata de las argumentaciones que nos venden masivamente a través de los diversos medios de comunicación que controlan, que son en realidad un gigantesco aparato de propaganda y soporte ideológico, a través de los cuales esas creencias e ideas delirantes permanecen sin cambios frente a evidencias claras y razonables de lo contrario.

Un cambio de mentalidad resulta casi imposible porque para poder lograr cualquier distinción es necesario tener la posibilidad de acceder a un tipo de información y conocimiento especial que no están a la mano con facilidad y además, existen las predisposiciones en las personas que han sido formadas desde pequeñas a creencias milenarias que forman parte esencial de nuestra cultura, resultando en que cualquier cambio en los individuos será difícil de hacerse cuando esas creencias socialmente percibidas, son sentidas más plausibles sin ser entendidas realmente como parte del dominio ideológico de las masas.

Las líneas anteriores nos llevan a interpretar que estamos ante la circunstancia de un mundo tétrico. Todo se ha dirigido hacia allá. Estamos en la antesala de una tercera guerra mundial. Se ha iniciado un cambio profundo.

Los modelos económicos son los que están en conflicto, y aunque no han dejado de ser capitalista, sin embargo, están replanteando la necesidad de un nuevo orden mundial y en este juego de poderes está occidente con Estados Unidos y Europa por un lado, que defienden el modelo neoliberal y el oriente con Rusia, China e India a la que habría que agregar a Sudáfrica y al resto de los países del BRICS principalmente, que promueven un social liberalismo. A quién hegemonizará el mundo se resumen todos los conflictos, sobre todo, a partir de quienes ganen las dos más recientes guerras o al menos la de Ucrania.

Nuevamente es necesario recordar que esa posibilidad hegemónica dependerá en gran medida de quien controla los recursos energéticos, el agua y los minerales. Eso explicaría en gran medida las circunstancias de estas últimas dos guerras (Ruso-Ucraniana y la Israelí-Palestina). Ver qué recursos hay en cada región explicará el porqué de estos conflictos.

Y la pelea va a ser metro a metro. Porque este año 2024 que recién empieza verá trasladado posibles teatros de guerra a suelo americano, porque la paranoia global continúa. Y es que por ahora el conflicto más visible es el de Venezuela y Guyana por las disputas en el Esequivo, que realmente en esencia, no son necesariamente de orden territorial sino más bien por el petróleo. Guyana ha permitido la injerencia de potencias como el Reino Unido que envió un buque de guerra a esta zona, en tanto, Venezuela inició de inmediato ejercicios militares en este mismo punto.

Peligrosa situación, porque en ese escenario en disputa, sería el enfrentamiento de dos fuerzas nativas, sin embargo, una especie de teatro ruso – ucraniano se trasladaría a esta región suramericana, porque esta guerra no sería nada pequeña. Es muy seguro que el Reino Unido, de no intervenir abierta y directamente, sí, apertrecharía a Guyana para que le haga frente a Venezuela que a su vez es apoyada por Rusia, lo que en la posteridad resultaría en que este pequeño país, antes desconocido, se convertiría en una potencia militar al amparo de las potencias occidentales. Si, en efecto, esto es parecido a lo que ocurre en Ucrania apoyada por las armas de EU y UE o Israel que también es apoyada por esta misma fuerza, y no son meras coincidencias. Es la lucha hegemónica global.

Pero hay más, y es que la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina le da un viraje a la América entera y sobre todo, para algunos de sus vecinos. Milei, quiere fomentar una relación de más cercanía con Estados Unidos, al igual que con Israel, más que con el resto del mundo, según aseguró. Es de extrema derecha, endilgado por algunos como fascista, un señalamiento refrendado más allá de las palabras, al observar la participación en los actos de su asunción, como invitado, al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y al líder del partido de derecha español Vox, Santiago Abascal. Mientras, amanecerá y veremos.

En tanto, en nuestra circunstancia de país, recomendaría a quienes controlan el Estado o a quienes lo vayan a controlar después del 5 de mayo de este año (2024), entiéndase el poder político y económico, que comiencen a ver las cosas nacionales en introspectivas, obviamente que sin dejar de observar el mundo, pero viendo sin que resulte egoísta, a Panamá para los panameños, siendo menos dependientes y más productivos.

La evaluación de peligrosidad potencial, en especial, en el grado en el que ese poder invisible está deseando actuar con su idea errónea globalizada, es fundamental que sea entendida y reconocida por todos, sabiendo que ese pensamiento enfermizo obsesivo-compulsivo o de delirio tremens que le viene produciendo la resaca, después de esa orgía desmesurada de poder y gloria, es apenas el prolegómeno inicial de ese trastorno espectral esquizofrénico de algunos poderosos, cuyo único resultado, en este momento, es la muerte de miles y miles de inocentes, pero que tarde o temprano será la propia sangre de estos tiranos la que lavará su propia injusticia. Su final está próximo.

El autor es periodista, escritor y analista

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