El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra. Abogado y cientista político.
Claro que existen burbujas; las de los varios Panamá. La de los muros que separan las élites económicas, de las grandes mayorías para quienes el sol no brilla. Sobrevivir con dos o tres dólares diarios, donde la familia la integran cuatro a cinco personas.Son élites económicas donde apellidos se entrelazan, para constituir su gran familia. Operan como círculos cerrados y no hay gobierno que se escape de su influencia. Son los titiriteros del poder. Tienen su club privado. En ese lugar tejen, arman y se coaligan para conjugar sus intereses. Su burbuja es la del billete. Es tan cerrado este grupo que hasta el virus covid es repelido.
Seguramente me dirán, viene Ramiro con sus ideas de clase, cuando señaló que el mortífero virus golpea la gente del llano, de la periferia urbana, también del centro del interior pobre. Los de estas burbujas de élite, no tienen necesidad de salir para ver cómo se hacen de un par de dólares para mitigar el hambre en sus hogares.
Son 800.000 mil panameños en la informalidad. Miles de pequeños empresarios quebrados y otros miles en tránsito a la pobreza. Me pregunto a diario, qué hemos hecho mal en la crisis? ¿Acaso lo inevitable devino necesario? Muy fácil y cómodo, facturarle culpa al pueblo de lo bueno, lo malo y lo feo de la pandemia.
Dejémonos de hipocresía, hasta la salud tiene un sello de clase. Para las grandes mayorías, la salúd pública, es su salvación. Sí ello es así, con más razón hay que evitar que la Caja de Seguro Social colapse y los servicios de salud públicos tengan los recursos suficientes para atender la población.
A estas élites, como burbujas económicas durante la crisis , no les ha ido mal. Dejaron al estado toda la carga de esta crisis. El gobierno, directa o indirectamente los ha venido subsidiando. Como lo escribí días atrás, el pueblo es y sigue siendo el gran perdedor en la crisis.
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