Por Gonzalo Delgado Quintero
El éxito, si bien, requiere cualidades especiales; también es constancia y la suma de pequeños esfuerzos repetidos, que has convertido en hábito y te llevan a la excelencia.
Esta idea sobre el éxito la escribí cuando me comentaron sobre la graduación de una maestría en temas administrativos de una compañera que ejerce funciones en la Caja de Seguro Social en el área de Atención Al Asegurado. En esta institución labora un contingente humano sumamente calificado en múltiples disciplinas.
Sin que se interprete bajo la lupa de la comparación absurda, pero Atención Al Asegurado es uno de los servicios de mayor eficiencia en esta institución, siendo la primera línea de atención de la demanda de los miles de derechohabientes que asisten a los diversos centros hospitalarios de la CSS.
Este criterio de éxito puede o no coincidir con otros pensares, pero en lo particular, creo que es éste el significado del concepto anotado en las líneas introductorias de este escrito; pero veamos el análisis.
El éxito no es esa idea que algunos venden y que se reduce solo a tener dinero. Ahora bien, el dinero no deja de ser importante, porque éste es medio para conseguir lo que deseamos o necesitamos. El dinero no deja de ser parte de la vida cotidiana. Sin embargo el propio Henry Ford dijo que: “Un negocio que solo hace dinero, es un negocio pobre”. Yo pondría este concepto a la gente. Un individuo que solo piensa en dinero, es una pobre persona.
Quién dice que una persona común y de pocos recursos económicos no es exitosa por tal situación o circunstancia. El éxito se mide no tanto por lo que tienes sino por lo que eres capaz de aportar a favor del bienestar tuyo y de los demás. Es algo así como cumplir aquello de amar al prójimo como a ti mismo. Algo difícil en estos tiempos, sino lo creen cómprense un espejo.
Lastimosamente, en el mundo, bajo el sistema económico y todo lo que hoy está presente con las imposiciones de las leyes del mercado, son menos personas que tienen esa posibilidad de trabajar y ganar dinero con lo que les gusta o apasiona, la mayoría debe trabajar por necesidad y lo hace en un medio hostil que no favorece el interés o deseo individual de lo que pudiera o quisiera hacer la persona y solo es un reducido grupo que lo logra; sin embargo, ello no quiere decir que por esas circunstancias de tener que trabajar por necesidad y no por convicción en lo que deseamos o queremos, se caiga en ser un fracasado.
Lo digo, porque en ese ideal individualista, sabiendo que la persona es ella y su circunstancia, nos lleva a comprender que pueda que en un principio por ejemplo, un trabajador no esté cómodo con el trabajo que debe realizar, pero él se va adaptando y paulatinamente va adquiriendo destrezas que terminan por completar de manera satisfactoria los conocimientos que lo pueden llevar a querer denodadamente lo que hace y eso se logra con buena actitud y aptitud.
El desarrollo eficiente de esa labor lo hace ser una persona cuyos resultados son eficaces y por tanto, exitoso. Allí entran otros factores en juego. Por tanto, ser exitoso es ir edificando lo que quieres obtener y lo que es satisfactorio, cuando al final aprecias lo que has obtenido y lo sigues construyendo y perfeccionando toda la vida, sabiéndonos perfectibles y no perfectos. ÉXITOS EN EL 2024.
“Nunca soñé con el éxito. Trabajé para alcanzarlo”… Estée Lauder.
El autor es periodista, escritor y analista.
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