Aniversario #28 de Udelas: bajo la sombra de despidos, silencio cómplice y usurpación.

En vez de festejos, la comunidad universitaria vive un duelo silencioso por la pérdida de su proyecto educativo

Por Palmera Vigilante

Panamá, 17 de noviembre de 2025 — Cumplir 28 años debería ser motivo de celebración para cualquier institución. Pero en la Universidad Especializada de las Américas (Udelas), este aniversario se vive con pesar, no con fiesta. Mientras se cuelgan pancartas institucionales, en las aulas reina un silencio denso: el de quienes fueron expulsados sin explicación, el de quienes se quedan con miedo, y el de un Estado que mira hacia otro lado.

Lo que alguna vez fue un faro de educación inclusiva y movilidad social se ha convertido en un escenario de inestabilidad crónica. Decenas de docentes —con maestrías, doctorados, años de servicio y trayectorias construidas con esfuerzo— han sido despedidos de forma arbitraria, sin procesos transparentes, sin respeto al escalafón, transgrediendo el más elemental derecho legal y sin reconocimiento a su aporte. Sus sillas están vacías, pero su ausencia grita más fuerte que cualquier discurso protocolario.

Este no es un conflicto interno. Es una crisis de gobernanza que revela una profunda fractura en los cimientos de la educación superior pública. La rectoría actual no emerge de consensos académicos, sino de pactos opacos, (para no decir oscuros), donde prima la lealtad ciega sobre la idoneidad y los principios. La autonomía universitaria, en lugar de proteger el conocimiento, ha sido secuestrada para servir intereses ajenos a la misión educativa.

Peor aún es la complicidad del Estado. Ni el Ministerio de Educación, ANTAI, Contraloría  CONEAUPA, ni ningún órgano de control han intervenido con firmeza. Su silencio no es omisión: es aval, es decir, complicidad vergonzosa. Mientras en Udelas se desmantela el cuerpo docente calificado, las autoridades nacionales callan, permitiendo que la universidad se convierta en campo de reparto político. Los acuerdos no se publican; se firman en salas cerradas, con lógica delincuencial, donde lo que importa no es formar profesionales, sino consolidar cuotas de poder.

Las verdaderas víctimas son los estudiantes. Ellos llegaron a Udelas con sueños de transformar sus vidas y su país. Hoy, ven cómo sus profesores desaparecen de un día para otro, cómo sus clases pierden profundidad y cómo su título corre el riesgo de valer menos, no por su esfuerzo, sino por la precarización deliberada de su formación. ¿Qué les estamos enseñando? Que en Panamá, el mérito no basta, ni es suficiente. Que basta tan solo una llamada.

Este aniversario no es un hito. Es una advertencia. Porque si a Udelas le ocurre esto sin consecuencias, ninguna universidad pública está a salvo. La desprofesionalización docente, la politización de la gestión y la impunidad institucional son señales de un declive sistémico profundo que, amenaza gravemente toda la educación superior.

La sociedad panameña no puede permanecer indiferente.
Exigimos que las autoridades competentes abran una investigación independiente sobre los despidos arbitrarios y la designación de cargos sin perfil académico. Demandamos que se respete la carrera docente, se restablezca la meritocracia y se devuelva a Udelas su rol como espacio de conocimiento, no de clientelismo.

Porque una universidad sin docentes libres, sin estabilidad y sin autonomía real, no forma ciudadanos: forma sumisos.

Y Panamá merece más.

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