Ayer como hoy, la misma estrategia encubre el mismo propósito

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

El 4 de enero de 1982, Ronald Reagan, Aprobó la directiva de la decisión de Seguridad Nacional Número 17 cuyo contenido, recientemente fue desclasificada como alto secreto y revela toda la operación que hace 43 años y medio se empleó en la región del Caribe, Centroamérica y Panamá que, terminó con la criminal invasión a nuestro país el 20 de diciembre de 1989 y que precisamente se utilizó como pretexto el tema del narcotráfico y hoy se devela que el verdadero propósito era el control geopolítico de Estados Unidos en la Región, en lo que denominan “su traspatio” igual que los hechos de ahora, que pudieran tener un final catastrófico para la región y significarían el ultimo zarpazo de un imperio en franca decadencia.

A continuación, la traducción del citado documento.

“La política estadounidense hacia las Américas se caracteriza por un firme apoyo a las naciones que abrazan los principios de democracia y libertad para sus pueblos en un entorno estable y pacífico. Por lo tanto, la política estadounidense consiste en ayudar a derrotar a la insurgencia en El Salvador y oponerse a las acciones de Cuba, Nicaragua u otros países para introducir en Centroamérica armas pesadas, tropas de fuera de la región, subversivos entrenados o armas y suministros militares para los insurgentes. Para apoyar adecuadamente la política estadounidense, el Presidente ha tomado las siguientes decisiones, con base en las deliberaciones de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional del 16 de noviembre de 1981:

1. Crear un grupo de trabajo de información pública para informar al público y al Congreso sobre la crítica situación en la zona.
2. Apoyo económico a varios países de Centroamérica y el Caribe (estimado de $250 a $300 millones en el suplemento para el año fiscal 1982).
3. Acuerdo para utilizar la mayor parte de los $50 millones de la autorización de la Sección 506 para aumentar la asistencia militar a El Salvador y Honduras. Reprogramar fondos adicionales según sea necesario.
4. Proporcionar entrenamiento militar a unidades y líderes indígenas, tanto dentro como fuera del país.
5. Mejorar las capacidades de inteligencia de EE. UU. y del país anfitrión y su intercambio en la Cuenca del Caribe.
6. Mantener el comercio y el crédito con Nicaragua mientras el gobierno permita que el sector privado opere eficazmente.
7. Agilizar las medidas contra Cuba.
8. Intensificar las sanciones económicas.
9. Fomentar la cooperación para derrotar a la insurgencia con apoyo externo mediante un enfoque multilateral gradual.
10. Apoyar a las fuerzas democráticas en Nicaragua.
11. Elaborar planes de contingencia militar adecuados para la acción contra las fuerzas cubanas en caso de que se introduzcan en Centroamérica.
12. Mejorar la preparación militar contra Cuba y desarrollar planes de contingencia para la acción contra Cuba.

Ronald Reagan”.

La política de EE.UU. hacia la región latinoamericana, ha sido un total fracaso porque prefirieron apoyar a las oligarquías nacionales y sus regímenes de derecha caracterizados por la represión y la supresión de los derechos humanos, antes que viabilizar un auténtica respaldo a procesos democráticos y relaciones bilaterales basadas en el respeto.

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