¿Es EE.UU. responsable de la Desgracia Nacional?

Por: Lic. Pablo Martínez Cortez
Coordinadora Victoriano Lorenzo «CVL»

Estados Unidos de Norteamérica, no solamente es responsable de la imposición de políticas neoliberales en la República de Panamá, aplicadas a mediados de los años 80 y toda la década del 90 del siglo pasado que privatizaron, dieron en concesión o vendieron nuestras principales instituciones de servicio social como nuestra empresa eléctrica IRHE, de telecomunicaciones INTEL etc, fueron los imperialistas norteamericanos yanquis los que promovieron la creación de oligopolios salvajes anárquicos sin control estatal en Panamá, fueron ellos los que recomendaron reducir los controles fiscales, administrativos y estatales a empresarios y banqueros, y para cereza del pastel convirtieron los Derechos Humanos del pueblo panameño en negocios de transnacionales (poderosas empresas extranjeras) y mercaderes locales, es decir, Estados Unidos en complicidad con agentes internos destruyó el Estado de Bienestar, con la ayuda de todos los gobiernos pasados y de su nuevo sirviente en el Palacio de las Garzas José Raúl Mulino;  los gringos y las élites locales crearon y fortalecieron un Estado burgués sin control, sin límites, donde la propiedad privada, la banca y los negocios están por encima de la vida humana.

Estados Unidos es en la actualidad el engendro malévolo detrás de la privatización de los fondos de la Caja de Seguro Social CSS, pues, la ley 462  entrega miles de millones de dólares de las pensiones de los asegurados y del pueblo panameño a la banca privada y las administradoras de fondos de pensiones, para que estos lo inviertan en la bolsa de valores de Estados Unidos y otros negocios financieros, en otras palabras y de forma directa, las pensiones propiedad del pueblo trabajador han sido saqueadas por el imperialismo yanqui.

Detrás de Minera Panamá, el saqueo y robo del concentrado de  cobre, oro, plata etc, y los nuevos intentos de reabrir la mina se encuentra nada más y nada menos que la empresa imperialista de inversiones de activos más grande del mundo Black Rock, que anda por todo el planeta engullendo capitales, instituciones estatales enteras, promoviendo extractivismo y saqueando minerales y riquezas naturales, dejando atrás destrucción ecológica, contaminación y desgracias.

Estados Unidos está detrás de los embalses de Rio Indio y destierro de miles de pobladores de sus tierras, el imperio necesita agua dulce para las esclusas del Canal, donde no pagan peajes por el tránsito de barcos de guerra, submarinos agresores y barcos mercantes privados.

Estados Unidos está detrás del alto y exagerado costo de los alimentos de los panameños, detrás de que en la República de Panamá mueran de dos a tres niñas y niños por semana como señala el Ministerio de Salud y va en aumento, toda esta tragedia ocurre por el Tratado de Libre Comercio TLC, llamado también Tratado de Promoción Comercial TPC firmado entre Estados Unidos y Panamá que inunda nuestro mercado de productos gringos de mala calidad, mientras imponen estrategias de destrucción de nuestro sector agropecuario o primario, destrucción del sector industrial e imposición de leyes y políticas para evitar el desarrollo de este sector secundario o industrial de capital panameño, todas estas maniobras de Estados Unidos es con el propósito de convertirnos en un Estado colonial, vasallo y dependiente sin seguridad alimentaria.

Detrás de los desalojos contra comunidades por la policía y SENAFRONT con retroexcavadoras está Estados Unidos y sus políticas neoliberales, son estas políticas libertarias fascistas las que convirtieron el Derecho a la Vivienda Digna en los vulgares negocios de las inmobiliarias y empresas promotoras de viviendas privadas, que venden casas  pequeñas, caras y de muy mala calidad, políticas neoliberales que han aumentado la necesidad de viviendas o déficit habitacional en más de un millón de panameños sin viviendas, panameños desesperados sin alternativas convertidos en posibles víctimas, partes del mercado cautivo de estas empresas depredadoras privadas, que endeudan a los panameños de por vida, muchos pierden estas casas por no poder seguir pagando las letras, estos entran en la figura de incumplimiento de obligaciones y pierden la casa, pierden el dinero invertido y pierden todo, el pueblo panameño no es cliente de un negocio, al contrario, el pueblo panameño es víctima de un ultraje por mafias económicas y políticas.

El memorándum de entendimiento firmado por el gobierno de Mulino y Estados Unidos que impone bases militares en nuestro territorio no es más que la confirmación del enclave colonial imperialista, es la reafirmación de que la oligarquía gobernante de la República de Panamá claudicó ante el enemigo, ante los invasores que asesinaron a miles de panameños el 20 de diciembre de 1989, claudicaron ante las amenazas del presidente psicópata yanqui Donald Trump, quien desde mucho antes de ganar las elecciones en Estados Unidos había dicho que se apoderaría del Canal de Panamá, sucumbieron ante el país más cobarde del mundo, que unido a Israel han acabado con la vida de más de 56 mil palestinos, entre ellos más de 15 mil niños.

Desde el incidente de la «Tajada de Sandía» en 1856, pasando por la guerra de los mil días y el fusilamiento de Victoriano Lorenzo «CVL» en 1903, el crimen contra manifestantes en la huelga inquilinaria en 1925 estuvo estados Unidos; detrás de la masacre a jóvenes estudiantes y el pueblo panameño el 9 de enero de 1964 y el 20 de diciembre de 1989 estuvo el ejército criminal de Estados Unidos.

En los niños con hambre de nuestro Panamá, en los indigentes que duermen en las calles y aceras de todo el país sin alimentos y sin un lugar donde vivir o dormir están las políticas neoliberales de Estados Unidos.

Detrás de la represión a nuestros originarios, a estudiantes universitarios, a docentes, a obreros, a comunidades de todo el país, a profesionales etc., se encontraba la embajada de los Estados Unidos cogobernando con su sátrapa Mulino y el Ministro de Seguridad de Panamás Frank Ábrego; detrás de la persecución contra el SUNTRACS, el cierre de sus cuentas bancarias y cierre de la cooperativa, al igual que persecución contra centrales, sindicatos y gremios está la mano criminal de Estados Unidos.

Es por todo lo anterior que el pueblo panameño solicita la inmediata retirada del ejército de Estados Unidos de territorio panameño a término de la distancia, es decir, que recojan sus armas de guerra, y se vayan de Panamá, la presencia del ejército de Estados Unidos en Panamá, pone en peligro el Canal de Panamá y la vida de todos los panameños, quienes podríamos ser blanco militar de países agredidos por Estados Unidos.