
Lic. Victor Collado S.
Al concluir hoy la feria del libro, hagámosle espacio y homenaje a la imaginación como una fuente inatrapable, incluso en la celda de un libro.
Un libro para que vuele y trascienda, necesita imaginación. Sin ese curalotodo, el libro, cualquier libro, sería como un chiste sin gracia, un piropo sin gusto o una pésima versión de beso sin pasión.
El libro no atrae necesariamente por la truculencia de la narración. Nos captura o mejor dicho, nos embriaga, para decirlo con mejor puntería, gracias al delgado líquido de la imaginación que es la única capaz de transformar en interesante la historia más sencilla o ridícula.
De todas las ferias que he visitado, esta última ha sido la más triste, superficial y banal. Le faltó imaginación.
Y es por eso que para tributo de la imaginación, publicamos ahora una fantasía literariamente absurda y poética que nos hace encarnar la sustantividad de un espejismo, como consuelo obligado y temporal en reemplazo de las críticas jurídico-político que se acostumbran en la Opinión Dominical.
Y la dejó volar:
NO TE ENCONTRE
Se que me llamaras
cuando me encuentres
dormido debajo de la sombra
de tus cejas pintadas de negro
cansado de recorrer tu cuerpo
como muchacho huérfano
Me entenderás como víctima
invicta de tus sudores de piedra
no te aflijes
ni me consueles
ni nada de mi que te importe
tengo heridas de otro mundo
a la hechura de sueños inmerecidos
transportando la existencia
de tus desafueros infinitos
que me han permitido vivir
en la búsqueda de un reencuentro
Sólo trasciende seguir andando
los caminos andados
con deseos que se deshacen
con el viento
arañando esperanzas que se
eternizan en la espera
Y llegué sin saber que el viaje había
terminado hablando con la sombra
que me dejaste como consuelo.
El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.