Ramiro Guerra. Jurista, Escritor y Cientista Político.
ElMitradel, la ministra de trabajo y desarrollo laboral, se excede en sus facultades al dar por hecho de que, el Sitraibana, no existe y peor, que la dirigencia no tiene nada que decir con relación a la contratación de trabajadores; y lo que es peor, esta funcionaria ha dicho que la empresa no tiene nada que hablar con la dirigencia del sindicato y para tal afirmación, se convierte en juez y parte del cómo se habrá de manejar todo lo pertinente a las condiciones del sindicato y de como se habrá de conducir la empresa, una vez que reinicie operaciones
La ministra de trabajo pierde de vista, 1. Que los trabajadores ven en la dirigencia del sindicato, al organismo con la legitimidad suficiente para actuar en nombre de ellos; 2.Tanto la empresa bananera y el gobierno se exceden en sus facultades al apriorísticamente condicionar el retorno de las operaciones de la empresa, en un marco de condiciones que violentan la libertad y el derecho sindical.
Vale igualmente señalar que, la empresa cesó operaciones, pasando por encima de lo que señala el código de trabajo.
Lo anterior nos lleva a sostener que, no existiendo resolución del Mitradel, que haya autorizado el cierre definitivo de la empresa, significa que, la misma, no podía abandonar y de hecho declarar el cese de sus operaciones.
En consecuencia, jurídicamente no ha habido tal cese y en consecuencia, existen las condiciones que dan cuenta de la existencia del sindicato.
En consecuencia, ni el gobierno, como tampoco la empresa, pueden excluir al sindicato de su participación en todo lo pertinente al reinicio de operaciones. Y más cuando hay de por medio una convención colectiva. La misma tiene vigencia y el código de trabajo es claro al adjudicar la función tuteladora de esa convención al Sitraibana.
A propósito de lo anterior, el gobierno tiene que hablar con claridad e informar todo lo pertinente a lo negociado con la empresa bananera.
Hay que tener claro, que lo acordado para el reinicio de las operaciones de la empresa, no puede contener condiciones que violen la consitución y el código de trabajo.
El mejor escenario para que reine un clima de paz, en el reinicio de las operaciones, es que esta tiene que hacerse mediando la participación del sindicato.
El mitradel incurre en graves desatinos y correrá por su cuenta, el grado de desasosiego e incertidumbre que vuelva a afectar la producción de banano.
El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
