Renuncias en la Contraloría General

Victoriano Rodríguez Santos 

Elí Felipe Cabezas, Sub contralor General de la República, renunció esta semana que acaba de pasar y parece ser que dicha renuncia lleva una carga importante de hechos oscuros que saldrán próximamente a la Luz y que implicarían directamente al Jefe de la cartera.

 

Medios informativos indican que el Sub Contralor General de la República renuncia a su cargo. No pareciera ser sorpresa para nadie, al parecer demoró mucho tiempo, salvo que fuera por enfermedad terminal y urgente tratamiento.

Cualquier persona a la que pudieran no asignarle funciones de responsabilidad de acuerdo al cargo, se las quiten o no le permitan actuar ni justificar su salario cual corresponde, pues por honestidad, decencia y orgullo debe presentar su renuncia irrevocable, pero en rueda de prensa; a luz pública explicando, las razones reales, que lo llevaron a tal determinación y no excusas mediatizadas.

Esta dimisión, esperamos no sea como la realizada en otra institución, en el gobierno pasado, que después de renunciar al alto cargo, se convirtió en el más crítico y erudito en la materia de aquella institución.

Es lastimoso que la Contraloría General haya estado decayendo lustro tras lustro, desde 1994 hacia acá. Cuando culminó el periodo 1990/1994 con José Chen Barría, luego de la renuncia de Chinchorro (Rubén Darío Charles quien declinó, para candidatizarse a la presidencia a la Presidencia de la República).

Al parecer otros altos funcionarios se sumarán a las renuncias. Se escucha que también declinó la directora de Recursos Humanos y otros tres funcionarios. Las renuncias deben ser irrevocables e inmediatas. Ello demostrará fortaleza, verticalidad y seguridad en su proceder.

Quinquenio tras quinquenio vienen aproximando más esa Institución a la bahía, mientras la marea sigue subiendo. Imposible se disminuya la capacidad de acción e investigación para pasar desapercibido los altos niveles de corrupción de muchos políticos, así como algunos miembros del Ejecutivo, legislativo y mientras sigue la fiesta la población sin respuesta.

Tampoco se escucha de investigaciones a jerarcas de gobiernos pasados, los cuales han dejado mucha tela que cortar y dudas sobre el actuar, así como gastos realizados o despilfarrados. Incluyendo la propia institución fiscalizadora. La población no acepta más excusas, exige justicia.

Interesante conocer, tener y analizar las auditorías de las partidas discrecionales de los presidentes (incluso del actual), las circuitales de ex diputados, las paralelas de diputados y representantes, paro también de los actuares alcaldes, ministros y de otras entidades o instituciones.

Obviamente que no son todos, ni todos han sido corruptos, pero hay mucha tela que cortar en esta de-sastrería o embarrado en la salsa putrefacta. Ahora: ¿quién apuesta a que el actual Contralor pondrá el dedo sobre la llaga de la corrupción?

Por las corrientes de vientos de la bahía, difícil que la cometa haga buenos vuelos, sin zarandearse para acomodarse a la brisa que sopla.

Con gusto hubiera presentado mi currículo, pero para Contralor General, bajo el concepto y lineamientos que aprendí con Chinchorro Charles y José Chen Barría, los cuales desarrollé y mejoré con el tiempo, más no llama nuestra atención el ser Sub Contralor, mucho menos en esta administración.

Espero que nadie que se perciba de ser 100% honesto, inteligente y con sapiencia, lleve documentos a la Asamblea, para postularse. Finalmente, el dedo ya pudiera estar señalando el ungido del indicado camino. Soy, el Hijo de Juana. Dios te salve, Panamá.

 

Economista, educador y máster en Recursos Humanos

 

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