El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
El neoliberalismo elevó a ‘santo de nicho’ esa ortodoxia clásica. Cero intervención del estado. Los individuos se realizan y consiguen su felicidad en un reino de cero control e intervención. Se trata de un credo que no tolera discusión. Dogma elevado a pensamiento único.
El estado de bienestar social atenta contra la economía. La distorsiona. En nuestro país, los empresarios afirman que la libre competencia es la única manera de incidir hacia una baja en los precios y bienes de consumo de los panameños.
Esta forma de pensamiento de los empresarios equivale a una doctrina de la fé, similar a las creencias religiosas. No entienden el como los monopolios, oligopolios, entorpecen la libre competencia que dicen defender.
Eluden considerar factores como el de los precios concertados, la especulación sin control. Para ellos, John Maynard Keynes, está equivocado. Éste sostuvo que la libre empresa y el libre mercado son incapaces de autorregularse. Menos van a entender el concepto de democratización de la economía o de una economía democrática.
Imaginemos un escenario de absoluto libre mercado en un medio como el nuestro. ¿Qué sería de la población? Sencillamente este es el precio; cómprelo o déjelo. Es el caso de las distribuidoras eléctricas, donde no hay competencia. Y lo peor, el comprador está obligado a comprarle a un solo distribuidor.
El mercado ha sido dividido en parcelas y cada distribuidor es amo y señor de su parcela. ¿Incide o no esta división tipo oligopólica en la fijación de los precios al consumidor?
Cierto, el estado subsidia a una categoría de consumidores y el resto ¿qué? Algo parecido al descuento de los medicamentos. Los que no están en ese tramo con tarifa subsidiada, son objeto de precios elevados.
Nuestros empresarios, se han ido contra la decisión de controlar precios. Se han declarado en rebeldía y recurren a cuanto esté a sus alcances, para hacer de los decretos sobre el tema, letra muerta.
Ellos conocen el texto constitucional y saben que hay normas que facultan al estado para regular el comercio de bienes básicos, lo mismo un reparto equitativo de las riquezas que se generan. A estos empresarios aplica un tanto aquella frase de que son «capitalistas con un pensamiento precapitalista».
7 Hay varios Likes:) Gracias...El estado, sobre todo en nuestras economías regionales no pueden sustraerse de intervenir en la economía.
