No reconocer que la planilla del Estado ha sido abultada en los últimos 15 años es faltar a la verdad, pero negar que ese propio Estado no ha tenido la capacidad y obligación constitucional de determinar las mayores capacidades de generar empleos, también es desconocer o esquivar el principal problema que mantiene a la mitad de la población económicamente activa en la informalidad y desempleada y a quienes trabajan en la formalidad con muy bajos salarios.
Por tanto, las palabras del Presidente de la República, ha dejado un malestar social bajo el criterio excluyente y de poca sinergia que, entre los muchos aspectos, toca a un sensible grupo de panameños que ha producido un comunicado que exponemos a continuación: