Por: Gonzalo Delgado Quintero
Me decía un amigo empresario y político chiricano que volver a los senderos del torrijismo en el PRD, será muy difícil, casi imposible, porque lo que queda es una mínima expresión de esa ideología en el partido, y los torrijistas que se mantienen en sus filas, no cuentan con las posibilidades y la disposición de recursos para hacer la pelea. Me decía, que hace mucho tiempo, el PRD fue tragado por hombres ambiciosos y que el próximo congreso no va a hacer diferente, o sea, no va a cambiar esa nociva y tóxica realidad política; todo lo contrario, el clientelismo y la compra de conciencias y votos se va a exacerbar sin que pueda contenerse de ninguna manera. Quedan pocos defensores de las ideas de Torrijos dentro del Partido y no están al mismo nivel para hacer la pelea contra el grupo beligerante en el plano denigrante de las viles monedas.
Expresaba que, en este momento, quienes más se asoman de ese grupo de poder, no representan a nadie, no tiene liderazgo real, no tienen la stamina para hacer la gran pelea estelar en el 2024 y no son las personas que puedan conducir al PRD. Un partido difícil conformado por corrientes. Además, hay señalamientos que, mentiras o verdades, no han sido aclaradas, es un liderazgo que, prácticamente nació y murió en su cuna. Decía mi amigo, con esos tipos de líderes ¿qué se puede hacer? La respuesta es nada, absolutamente (Refiriéndose a las elecciones de 2024). Y lo peor y peligroso, según apuntaba, es que dentro del PRD, este grupo beligerante que ellos conforman, tienen los recursos necesarios (plata) para tratar de trazar y ganarse con dinero a los 4,000 delegados, por supuesto no a todos, pero si a una posible mayoría que les permita conseguir el objetivo inmediato de controlar, comprar la dirección el partido y mantener el poder.
Concluía su visión y decía que el peor error que cometerá el PRD en su historia política, será poner a este grupo en la dirección del partido, sobre todo, en el Comité Ejecutivo Nacional.
Sin embargo, y esta si es mi opinión, la situación es más delicada. Lo expresó de esta forma porque los tiempos han cambiado en el partido. Hace rato no hay escuela política. No existe un sostenido y verdadero esfuerzo por dar formación política a la membrecía, sobre todo, a los nuevos. Pareciese que la estrategia es de promocionar adrede, ignorancia política y cultural de manera inducida. Debo aplaudir el último esfuerzo formativo que se dio meses atrás a los recién inscritos que aspiran a delegados, pero hay que continuar.
En este escenario he conversado con muchos copartidarios, casi todos candidatos a delegados y con raras excepciones, duele reconocerlo, pero la gran mayoría está mentalizada en un afán desmedidamente electoralista, no se está pensando más allá, no existe ninguna propuesta coherente de ninguna parte o naturaleza. Y eso no solo es una conducta de las bases, es sobre todo, la forma, modo y estilo político de esos grupos de poder que no les interesa y más bien, ven como un peligro la mejor formación de los miembros de base del partido. En conclusión, la mesa con las viandas del clientelismo está servida. Solo queda ver la selección VIP (siglas en inglés de very import person) que en español vienen a ser “personas muy importantes”, a quienes se les servirán los mejores platillos aparte, separados de la chusma y no será un distanciamiento por razones de la pandemia. Los demás a la cola y todo lo que buscan estos grupos del poder es mantener su estatus, incluso mejorarlo, que no está mal, sino fuera a costa del sacrificio de miles de personas, que una vez más serán burladas. Al final, todo será mejor para los de arriba y peor para los de abajo.
Un círculo vicioso que parece interminable. Una situación que si alguien la piensa demasiado, cae en frustración. Por tanto, muchos han de marcar que ante la realidad desnuda, de que no han sido tomados en cuenta, y que ya van casi tres años de gobierno, esta es la oportunidad de quitarles algo a quienes vengan de arriba. Mínimo, más honesto quizás, conseguir un puesto de trabajo para él o para un familiar o simplemente lo que más ocurre, recibir dinero de la pequeña brusca que ofrecen de manera clientelista, quienes en los próximos días, vendrán a buscar el voto de miles de copartidarios que durante todo este tiempo antes y durante la pandemia, han estado abandonados a su suerte, en esto que ha sido y sigue siendo una especie de “sálvese quien pueda”.
Por eso digo que todo pareciese alinearse. La vorágine se acerca. Un gran número de delegados ven una oportunidad; no lo critico, porque bajo el criterio de una visión pragmática, en realidad, a mucha gente no le han dado nada, siendo gente capacitada, primero por la situación de cómo el gobierno de Juan Carlos Varela dejó destartalado con deudas al país, después la pandemia que no sede aún, y encima, los errores propios.
En lo personal no estoy de acuerdo con que se esté destituyendo a nadie, ni siquiera por afiliación política o de otra naturaleza. Pero, en el Estado existe la figura de “empleados de confianza de libre nombramiento y remoción” que nada tiene que ver con estabilidad laboral o Carrera Administrativa y en este momento, hay muchas quejas sobre la situación que está ocurriendo con funcionarios de otros colectivos políticos de administraciones pasadas, que aún están ocupando puestos de confianza y de mucha responsabilidad jerárquica en el gobierno actual. Permanecen allí protegidos por el amiguismo que sostienen con funcionarios en posiciones influyentes, que los mantienen con altos salarios, que no les importa darle la oportunidad a cientos de copartidarios con suficientes capacidades profesionales, que están todavía esperando este merecido reconocimiento hace ya, más de 10 años. Incluso se burlan de la situación que están viviendo los copartidarios. Vale decir que muchos trabajan por contratos, no son sujetos de crédito y deben esperar meses para que les paguen sus salarios.
También hay que acotar en otra parte de la realidad de grupitos políticamente poco representativos, quienes amparados bajo la influencia política de algunos miembros del círculo allegado al Palacio de las Garzas, otros, amigos y familia de miembros de la Comisión de Nombramiento, están haciendo y deshaciendo en las instituciones, violentando los nombramientos; colocando en cargos a personas con supuestas funciones que solo pueden llevar a cabo los profesionales. Son personas no idóneas, que obviamente no pueden realizar dichas actividades especializadas. Mientras que a los verdaderos profesionales se les nombra con bajos salarios y deben entonces, mal pagados, cumplir con esas tareas complejas, porque nadie más las puede hacer. Eso está ocurriendo y lo saben.
Por todo eso y ante la posibilidad de un contacto con quienes ahora bajarán a tierra desde su pedestal de poder, es una oportunidad que surge y gravita en la mente de miles de aspirantes a delegados. Por su parte, este grupo del poder político y económico, sabe esta realidad y tratarán de aprovecharla a su favor. Miseria descarnada, natural y propia de la carroña humana. Mientras tanto, todo se está acomodando para la francachela.
El autor es periodista, escritor y aspirara al CEN del PRD
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