La Guerra, el precio del petróleo y la inflación

Juan Jované

La guerra en el medio oriente, genera efectos negativos inmediatos contra Panamá. Por esa razón siempre nuestra política internacional debe estar comprometida con la Paz que, solo surge cuando hay justicia.

 

Los combustibles fósiles siguen siendo, desgraciadamente, la fuente primaria más importante de energía a nivel global. Es así que hacia el 2021 estos representaban el 79.2% de la oferta energética del mundo, siendo el petróleo el más importante de estos, representando el 29.3% de dicha oferta.

La economía de nuestros tiempos, como lo ha subrayado la Economía Ecológica, está basada fundamentalmente en el uso de la energía exomática, es decir de la que se genera fuera del cuerpo humano. Es, entonces, evidente que la tendencia de sus precios es un elemento central en la determinación de la dinámica del costo de producción, así como de los precios de prácticamente todos los bienes y servicios. En pocas palabras, resulta que un incremento significativo del precio del petróleo generaría una tendencia inflacionaria vía el incremento de los costos de producción (lo que los economistas llaman una inflación por empuje de costo).

Hace apenas unos días muchos economistas llegaron a pensar que el episodio inflacionario observado luego de la pandemia estaba prácticamente controlado. Es así que el 2 de octubre Paul Krugman, galardonado con el Premio Nobel de Economía, afirmaba que “pasará algún tiempo antes de que la Fed y sus homólogos en el extranjero se atrevan a decirlo abiertamente, pero la inflación parece un fenómeno resuelto”.

Los acontecimientos bélicos, sin embargo, han demostrado que, sobre todo si se dan en regiones productoras de petróleo, estos tienen la capacidad de generar inflación. Esto fue claro con el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania.  Ahora parece que la situación en Israel volverá a mostrar que esto es cierto. Los datos muestran que el 9 de octubre el precio del crudo WTI (contrato a noviembre) se habría incrementado en 4.9% en relación al 5 de octubre.

Dado que en Israel no se produce petróleo resulta necesario precisar cuales podrían ser las causas de que el conflicto eleve el precio del mismo. Más allá de recordar que este país hace parte del Medio Oriente, que es una región clave para la producción de petróleo, se puede señalar que los analistas internacionales apuntan hacia algunos elementos más concretos.

En primer lugar, se trata de la muy real posibilidad de que los Estados Unidos, interpretando los hechos a su manera, decida endurecer las sanciones contra Irán, lo que reduciría la oferta de petróleo, empujando los precios al alza. De acuerdo a un artículo publicado el 9 de octubre en la revista POLITICO: “en lo más inmediato Biden se enfrenta a los llamados de los legisladores demócratas y republicanos para reforzar las sanciones que restringen las exportaciones de petróleo por parte de Irán”.

En segundo lugar, el llamado acuerdo de normalización entre Arabia Saudita e Israel parece ahora estar destinado a descarrilarse. También, entonces, se estaría esfumando, la esperanza norteamericana de que el primero de estos países pudiera como un gesto elevar su extracción petrolera, incrementado la oferta y presionando hacia la baja a los precios. Es así que en el artículo antes citado se afirma que: “a falta de un acuerdo más amplio con Israel y Estados Unidos, los sauditas han mostrado su deseo de mantener altos los precios del petróleo limitando las exportaciones”.

Según, Matt Duss, Vicepresidente Ejecutivo del Centro de Política Internacional y ex asesor del Senador Berni Sanders, tanto de Estados Unidos como los sectores radicalizados de Israel partieron de la premisa de que a los palestinos se les podía reprimir continuamente a un bajo costo político. Se trata de un esquema que pudo funcionar temporalmente, pero que, según Duss: “cuando entre en erupción será extremadamente peligroso y trágico. Y eso es lo que hemos visto aquí”. Es esencial para la humanidad avanzar a un modelo de relaciones internacionales en que se respete el principio de que todos, sin importar la nacionalidad, puedan vivir en paz, ejerciendo su soberanía, en una verdadera democracia con justicia social y respeto al medio ambiente.

Es de interés señalar que de generarse un aumento de los precios del petróleo y que éstos produzcan un repunte de la inflación, que reduciría la capacidad adquisitiva de los consumidores, abre a la posibilidad de un proceso de estanflación. Se trata de fenómenos que pueden complicar la situación económica de nuestro país, frente a los que las autoridades no han hecho ninguna referencia y mucho menos proponer una estrategia para enfrentarlos si realmente aparecen. De hecho, están tan ocupados de entregar la soberanía en nacional con el contrato minero, que no tienen tiempo de nada más.

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