Mauro, mi hermano, fué y es uno de esos hombres.
No pretendo censurar al Señor Martinelli, ni a sus abogados, pues un «acuerdo económico» (como dicen los medios), es una posibilidad jurídica de solución de conflictos, establecida en la Ley y no soy yo quien se atribuya el derecho de juzgar su moralidad.
Tampoco recrimino al abogado que sirvió de instrumento para llegar a ese «acuerdo económico». Él debió haber cobrado por un trabajo jurídico.
Sin embargo, deseo solicitarle al Señor Procurador que de inicio a una investigación con la finalidad, entre otras cosas, que se determine:
Primero, si MAURO JOSE ZÚÑIGA ARAÚZ, al momento de suscribir el Poder Especial otorgado al abogado, estaba en la capacidad de comprometerse o si adolece de algún tipo de incapacidad que disminuya o anule su discernimiento. Debe, para tal fin, designar una comisión de médicos del Instituto de Medicina Legal que lo visite en su lecho de enfermo.
Segundo, investigar si MAURO JOSE ZÚÑIGA ARAÚZ, recibió dineros producto del desistimiento presentado por su abogado.
Tercero, si tales dineros fueron depositados a la cuenta bancaria de MAURO JOSÉ ZÚÑIGA ARAÚZ, o a la cuenta de otra persona.
Como hermano que soy, tengo todo el derecho de saber la verdad, pues bien nos enseñaron nuestros padres que la Dignidad es una prenda que solo exhiben en sus pechos la gente honrada.
LUIS GUILLERMO ZÚÑIGA ARAÚZ
CEDULA 8 168 643.