
Victoriano Rodríguez Santos
Bajo el mismo título, el 17 de noviembre de 2022, en el Diario el Siglo, publicamos un artículo el cual edito y reescribo, haciendo referencia al poema del Pastor protestante alemán –luterano- Martin Niemöller (1892-1984), el cual hoy resuena como campana de Iglesia de pueblo.
Panamá pudiera estar entrando en la peor de las violencias que hayan existido en la época republicana. Los que tienen olfato agudo pueden sentirlo a la distancia, lo pesado del ambiente, como la desnutrición en la barriga de los niños, la brisa fétida o la desnaturalización del firmamento.
Se perfilan terribles días, con oscuridad de muerte. Se perfila la peor de las crisis, social, económica, como política. Al final se debe al poco importa de la sociedad y la falta de solidaridad humana con su prójimo, a la indiferencia.
A muy pocos les preocupa el dolor ajeno. Sólo cuando lo siente en carne propia, sin darse cuenta que ese malestar que algunos sienten hoy, será la piedra en el zapato que les impedirá caminar mañana. Así lo expresaba, en aquel artículo:
“El maestro Martin Niemöller (1892-1984), versa en su poema sobre la cobardía de los intelectuales (los pobres con formación académica –actual presunta clase media-), a ser perseguidos por decir la verdad. A ser irresponsables por cubrirse a sí mismos, no a la comunidad; a sentir culpa de ser honesto, por lo que transcribimos su poema.”
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas; guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.”
Coincide la expresión del poema con el poco importa de la población y la ola de corrupción, generacional en diferentes gobiernos, pudiendo obtener beneficios por falta de aplicación efectiva de la ley.
Bueno, parafraseando al maestro, ya el gobierno actúo contra los docentes y guardé silencio, no proteste, porque no era docente. El gobierno exige la eliminación del SUNTRAC y guardo silencio, no protesto, porque no soy SUNTRAC. Ahora vendrán contra los gremios médicos, no protestaré porque no soy médico, vendrán contra las enfermeras y no diré nada, porque no soy enfermera, actuarán contra el legítimo derecho de exigen agua y no le prestaré importancia porque yo recibo los servicios básicos. Cuando vengan por mi, ya no habrá nadie que pueda protestar; me inventarán cargos y encerrarán como a un delincuente. Panameño. Sitúate en el lugar del necesitado.
Ahora impedirán y judicializarán a todos los que protesten por falta de agua (como fue el caso de Tocumen), o el exceso de basura por doquier, pero como yo tengo agua potable y me recogen la basura, no protestaré, pero si exigiré la apertura de las calles.
La potestad que existe a los policías para agredir a la población, pudiera convertirse en el caldo de cultivo para implementar una dictadura, mas dura que la de Noriega Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, máster en Recursos Humanos.
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El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.