El sentido común, el menos conocido de los sentidos.|

 A propósito de Omar Torrijos Herrera.

Por: Ramiro Guerra. Abogado y Cientista Político.

El General Omar Torrijos, sobresalía por su capacidad y don de hacer conexión con la gente; se colocaba en la posición de sus interlocutores y de allí su natural comprensión para entender y comprender al pueblo llano.

Me contaba un doctor en economía, que Omar, se dejaba asesorar por diversas corrientes del pensamiento económico al igual que políticos con posiciones diametralmente opuestas. De ellos extrae lo mejor para su proyecto de desarrollo. Me contaba mi amigo economista, que para la época del proceso, el general contaba con la asesoría de Nicolás Ardito Barletta, formado en el escuela de Chicago, pero también de Rubén Darío Herrera, un economista con formación cepalina, de ideas desarrollistas.

En una ocasión, Omar los escuchaba y Ardito más que Herrera, hacían énfasis en el PIB; Torrijos los increpó y le preguntó , quién es ese santo del PIB, que ustedes donde van, lo cargan como santo de procesión. Eso no me dice nada; diganme como vamos a desarrollar el país, la industria y el sector primario; diganme como vamos a convertir a Panamá en un país productor , autosostenible en alimentos. Ya para esa época, Torrijos intuía, que crecimiento y desarrollo no son las misma cosa. Hoy tenemos políticos y gobernantes, que celebran el crecimiento del PIB, pero sus pueblos sumergidos en un mar de desigualdades sociales. No se nos malinterprete; lo que afirmamos, es que el PIB, es una categoría, que no necesariamente implica desarrollo. Hay que tener cuidado con esos economistas, que son enemigos de la democracia.

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