Por Amada E. Andrade. Educadora jubilada.
Vergüenza y pena se sufre como panameña, ver a un gobierno en extremo dócil y genuflexo, presto a servir a intereses antinacionales.
No soy abogada, pero pienso que todos los que armaron esta trama para imponerle al país, el contrato de la traición, presos deberían estar. La justicia tarda, pero tendrán que rendir cuenta a la patria y a ésta.
La constitución y la institucionalidad, ha sido ultrajada. Gobierno y la Asamblea, usaron nuestra carta magna como papel higiénico. El presidente, tanto que alabó el pacto del bicentenario» cerrando brecha», y es el primero que lo viola, cuando en el documento se habla de una moratoria de la minería a cielo abierto.
Con que cara, el señor presidente se dirigirá a los panameños; el gentilicio de panameño le queda grande.
Condenamos la represión al pueblo por parte de la policía, que hoy muy lejos de la gloria que le dió Omar Torrijos, han vuelto sobre los manuales de seguridad nacional, made in USA.
El pueblo es el enemigo y hacia él habrá que dirigir los perdigones y gases lacrimógenos. En lo que nos queda de vida, no descansaremos hasta que depredadores de nuestras riquezas, dejen el país.
Seguiremos gritando » No al enclave minero» «Una sola bandera , un solo territorio»
Dios salve a nuestra hermosa patria .
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