Laguerra de Netanyahu contra mujeres, niños y la destrucción total de Gaza, junto a ataques indiscriminados que matan y hieren a civiles que desesperados buscan alimento y agua, son crímenes de guerra y lo más parecido al holocausto que perpetró el nascifascismo alemán que comandó Adolfo Hitler desde 1939 hasta 1945, fecha en la que los judíos fueron liberados de los campos de concentración y exterminio como los de Auschwitz, por el ejército rojo de la Unión Soviética.
Después de 79 años de aquellos hechos, nadie se podría imaginar que, la dirección política de Israel, encabezada por Benjamín Netanyahu y su ejército estén cometiendo un crimen de lesa humanidad del tamaño de los que sus antepasados les tocó vivir, ahora desarrollando un verdadero y auténtico genocidio en que le han destruido las viviendas, escuelas, hospitales, calles, servicios públicos al pueblo palestino- territorios, recursos, posibilidades de vida y desarrollo, capacidad de movimiento y derechos básicos, no sólo en Gaza, la mayor cárcel a cielo abierto del mundo, sino en Cisjordania y en la que al día de hoy, han asesinado a más de treinta mil muertos, la mayoría mujeres, niños y ancianos y miles de heridos que ahora no tienen donde recurrir a dispensarios para curarse.
El mundo entero es testigo de tanta maldad, de la ausencia de todo sentido de humanidad y de temor a Dios, ese Dios Omnipotente que, no hace excepción de personas y que no tendrá por inocente al culpable, porque él es justo y hace justicia a todos.
De nada ha servido el llamamiento de gente sensata a la paz. Ni tampoco ha servido de nada la convocatoria de la Corte Penal Internacional y de distintos organismos internacionales como Naciones Unidas y otros han denunciado la dramática crisis impuesta a todo el pueblo palestino por el gobierno de Israel.
No hay duda de que el gobierno israelí está utilizando la hambruna de civiles como método de guerra en la Franja de Gaza, lo que constituye un crimen de guerra.
Es evidente que funcionarios israelíes han hecho declaraciones públicas en las que expresaron su intención de privar a civiles en Gaza de alimentos, agua y combustible, y tales declaraciones se ven reflejadas en las operaciones militares de las fuerzas israelíes, especialmente en el hecho ocurrido hace dos días atrás en las que el ejército disparaba a la cabeza de los civiles que buscaban desesperados en su territorio, alimento y agua ara sobrevivir, como si fueran cazadores en un tour de cacería en medio de la selva africana.
Es obvio que el gobierno israelí no debe atacar objetos que son necesarios para la supervivencia de la población civil, y debe levantar el bloqueo de inmediato de la Franja de Gaza y restablecer el suministro de electricidad, agua y medicinas.
Los organismos internacionales como Human Rights Watch,Amnistía internacional y muchos otros que formulan una inmensa alharaca por el conflicto en Ucrania, contra Rusia, no obstante es poco o nada lo que dicen en este grave asunto, a sabiendas que, no es el pueblo de Israel el responsable, sino su gobierno, que en una maniobra para evadir su responsabilidad con las exigencias de su pueblo, enfocó su esfuerzo en esta guerra que ahora se configura como un brutal genocidio.
La Paz en el medio oriente no podrá tener canida, si el mismo derecho que tiene Israel a tener un estado soberano e independiente, no lo tiene también el pueblo palestino, tal como se aprobó el 1947 en la resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 la cual recomendaba un Plan de Partición con Unión Económica para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región Palestina que, se encontraba en esos momentos bajo administración británica.
Israel tiene que suspender la construcción de asentamientos de colonos dentro de los territorios palestinos y el Estado Palestino no puede estar sujeto a control de ninguna naturaleza por parte del gobierno y el ejército de Israel y el mismo debe ser instituido de inmediato.
El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
