Bandera de la Patria no te rajes, todavía

 

Victoriano Rodríguez Santos

diostesalvepanama@yahoo.com

Nuestra Patria es ultrajada, violada, desgarrada, desangrada y entregada. La asesinan piratas y corsarios, a través de negocios como la minera, puertos, vacunas experimentales, sobreprecios, construcciones incompletas, con el acomodo de “…estudios, diseños, desarrollo de planos, construcción de la obra, mantenimiento y financiamiento” (llave en mano) y quién sabe si hay otros acomodos, como las adendas. ¿Quién continuaría la obra si la empresa “favorecida” no pudiera hacerlo?

En política nos roban hasta la forma de pensar. En cuanto a la minera, nuestros entreguistas, perdón, negociadores, parecieran estar de hinojos ante la foránea manipuladora, algo similar sucedió con los puertos, en menor escala. Ahora Minera Panamá pretende presionar para sacar el producto y quizás genuflexos se lo permitan.

La pregunta es: ¿Qué sucedería si fuera una mediana empresa de panameños? ¿El gobierno habría tenido las mismas contemplaciones? ¿Por qué la mayoría de los medios -especialmente televisivos- no hacen entrevistas extensas a panameños expertos que estén contra la explotación minera? ¿Quién defiende nuestra patria cuando hay dinero en su contra?

La corrupción galopa. Igual la displicencia y el «que hay pa’mi». Al parecer todo es un acomodo, en detrimento de la población; la reelección, minería, puertos y nombramientos de parientes. Las ayudas económicas, a través del IFARHU, para hijos o parientes de políticos y filibusteros.

Los diputados aprecian tanto a la población que en la ley del plástico han obligado al consumidor -al que compra en los supermercados-, tener que “comprar” su bolsa  o cargar reutilizables.

En muchos centros comerciales casi no hay estacionamientos gratuitos, para clientes, otra obra más atribuible a ellos, los diputados, para exprimirnos el bolsillo y hacer más ricos a los millonarios, razón demás para que la población razone y se asegure de NO VOTAR  reelección de ninguno. Independientemente el ropaje con el cual se disfracen, el abrazo a menesterosos, niños, el uso de vehículos económicos o destartalados. Si tenemos dignidad, démonos a respetar. No a la reelección.

Hoy, cual Diógenes de Sinope, busco el murmullo de patriotas que aún mantienen conciencia cívica ciudadana. Esos que su aureola afloran dignidad, humanidad, apego nacionalista. Aquellos que aprendieron a amar su patria sin condiciones, ni venderse por tarugos, aquellos que anhelan por una Patria sin bucaneros, corsarios ni corruptos.

Les busco para que juntos, con dignidad y principios, agrupados, logremos armar conciencia nacionalista y hacer, la población se divorcie de esos demagogos, malandrines. Ellos sólo buscan el voto para elección o reelección, pero apestan por indignos. No más políticos reciclados, no a la reelección.

Todos admiramos a Bukele, pero de haber tenido en su mano la papeleta para emitir el voto: ¿se lo hubieras dado? Probablemente no. Generalmente en Panamá no se escoge al más honesto, se vota por el más popular, el que puede pagar una campaña, cuñas de televisión, radio y hasta el voto, en efectivo o con jamón, bolsa de comida, tanque de gas, etc., por eso el país anda de tumbo en tumbo. Va en picada libre al despeñadero.

Podemos tener muchos Bukele´s, pero desde ya tienes que mirar para otro lado, porque, en términos generales, nuestros políticos tradicionales han traicionado a sus electores y la Patria, generalmente son demagogos y ambiciosos, por lo que el cambio debe ser radical, no más reelección.

Nos  hemos dejado ganar de países con población, con menos profesionales  -porcentualmente- y menos riqueza. Es tiempo de hacer un cambio de 180 grados. No a la reelección. No permitamos que continúen desangrando y entregando nuestra Patria. Bandera de la Patria no te rajes, todavía. Dios te salve, Panamá.

Ciudadano humanista.

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