El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Un gabinete empresarial altamente cubierto de ineptitud.
Se escucha al ministro de economía Guillermo Chapman hablar sobre la lloradera que tienen algunos administradores públicos (ministros, directores u otros), con respecto a lo que llaman la disminución de su presupuesto, para el año siguiente.La razón, para la humilde opinión de conocedores sobre el tema, es que el ministro Chapman tiene razón en su exposición. No se está disminuyendo el presupuesto. Se está restringiendo el abuso en la presentación de esa proyección matemática.
Ahora, ¿de quién es la responsabilidad, de que esos ministros, vice ministros, gerentes, directores y otros administradores no sepan, no puedan o sean incapaces de presentar un presupuesto apegado a la realidad de su institución? La pregunta es necia. Al presidente Mulino. Fue el que los nombró y sin valuar el código de Ética.
¿Por qué él? Por nombrar los ministros y/o directores, con carencias administrativas y presupuestarias, por lo cual parecieran incompetentes, incapaces y desconocedores de cómo se ejecuta y se elabora el presupuesto en las instituciones del Estado. No es lo mismo administrar una empresa o consocio que una institución estatal.
Por suerte, bastante claro, pudiéramos entenderle al ministro, que no se les puede dar más de la porción que alcanzaron a utilizar, en el presupuesto anterior. Coño. ¡Trabajen y ejecuten! ¡No duerman sobre el presupuesto!
Si no pudieron, no supieron o no quisieron ejecutar un presupuesto de 100. ¿Por qué ahora quieren 150? Ahora, para no utilizar el vocablo mímico del presidente Mulino en su conferencia de prensa, que respondan los que lloran y por escrito. ¡Que sustenten con razones válidas!
Si un administrador, desde el subdirector(a) administrativo, hasta el ministro o director general, no sabe o no puede ejecutar lo que tenía anteriormente: ¿qué razón tiene para pedir que se le aumente el presupuesto anterior? En mi tierra le llaman «una caballada». Si tienen dudas pregúntenle al presidente que significa.
Por eso no alcanza para materializar el presupuesto en salud y le niegan los siete (7) millones al Oncológico, pero los tienen programados y cuidados que comprometidos con la presunta casa de orgias y borracheras, la villa alegre.
Adelante ministro Chapman, hasta este momento, la población ha entendido quienes son los capaces de la empresa privada, pero incapaces para administrar bien y ejecutar el presupuesto de los recursos del Estado. Soy el Hijo de Juana. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador. master en Recursos Humanos.
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