El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Lic. Pablo Martínez Cortez.
En esta nueva coyuntura el movimiento social ha dado un salto cualitativo histórico muy importante, los profesores son una fuerza real, igual los originarios, los compañeros obreros del SUNTRACS, estudiantes universitarios y comunidades organizadas de distintos puntos del país, todos ellos aliados naturales de la clase obrera, la clase más avanzada de la historia de la humanidad, llamada por la realidad objetiva a tomar el control del Estado en defensa de la existencia de la especie humana y justicia social.
La persecución de la oligarquía contra el movimiento social lo único que ha hecho es desenmascarar el fascismo ante el pueblo y con ello profundizar las contradicciones en el escenario de la lucha de clases, cada detenido, judicializado, herido, torturado, exiliado y asesinado profundiza mucho más las contradicciones.
Es lo que el presidente Mulino manifestó en sus conferencias de prensa, acusando de que algunos grupos querían crear una Lucha de Clases, sin embargo, estas palabras solo demuestran la calamidad intelectual y filosófica del presidente Mulino y sus asesores, pues, la Lucha de Clases es un fenómeno social y un concepto sociológico objetivo, que describe la dinámica histórica entre las dos clases sociales en disputa permanente a muerte a lo largo de la historia hasta la actualidad: (la clase burguesa de banqueros y empresarios de arriba, y la clase obrera a la que pertenecemos los obreros de abajo incluyendo a profesionales y pequeños propietarios).
Al nuevo gobierno de la oligarquía solo los sostiene en el poder político SENAFRONT, la policía, organismos de seguridad y los gringos, su desprestigio total a 2% de popularidad es la secuencia del desgaste de este y todos los gobiernos oligárquicos que impusieron el modelo neoliberal fracasado a punta de bala y muertos desde la invasión yanqui de 1989 hasta hoy, no les quedó otra alternativa que imponer tres bases militares, militarizar todo Panamá y así imponer el neoliberalismo extractivista, privatizador, anárquico-empresarial y destructor del Estado de Bienestar y de las instituciones estatales de servicio social.
Nada de lo anterior por muy siniestro que parezca, detendrá a las fuerzas arrolladoras del pueblo panameño y sus organizaciones sociales consecuentes, estas son producto de la conciencia social generacional forjada en acero desde la Tajada de Sandía, la guerrilla de Victoriano Lorenzo, el Movimiento Inquilinario de 1925, la siembra de bandera y operación soberanía, la lucha y gesta del 9, 10 y 11de enero de 1964, la gloriosa juventud antimperialista de los años 70 y 80 que no desaparecen ni con la fuerza ni con las balas, porque estas serán siempre estandarte de generaciones venideras; con la represión las fuerzas sociales solo se transforman en nuevas fuerzas y formas de lucha según sus realidades y circunstancias, están sus componentes en un desarrollo y movimiento dialéctico permanente dando nuevos saltos cualitativos, en su unidad y lucha de los contrarios y negación de la negación.
Ahora el escenario de lucha se internacionaliza con los exiliados, con la solidaridad internacional, con la denuncia de la clase obrera de pueblos hermanos del mundo, y a nivel local una nueva fuerza unitaria arrolladora nacional que no habrá gringos ni oligarquía que la detenga, es cuestión de tiempo, depende de las circunstancias y realidades objetivas y de la unidad en la acción.
!VENCEREMOS¡
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