Una empresa cruel e inhumana.|

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

Josep Borrell está llegando a la república de Panamá, en una gira que a nombre de la Unión Europea y también de la OTAN, intenta hacer todo lo posible para que la guerra en Ucrania permanezca en el escenario y no se le busquen salidas por la vía política.

Lo han expresado los principales personajes del Departamento de Defensa, de Seguridad y del Departamento de Estado de EE.UU., que el propósito es suministrar toda clase de armamento y ayuda a Ucrania, para alargar la guerra en Ucrania, desgastar a Rusia y someterla, mientras que se desangra a ese pueblo, que poco les importa a los que lo ven como un instrumento que les permite aventurar en el chantaje del dominio geopolítico que pretenden continuar en el mundo.

Igual cuota de costo económico y social están haciendo pagar con serias limitaciones de gas, energía, granos y toda clase de mercadería que existían antes de la confrontación que todo el mundo sabe que se dio por la renuencia de la comunidad europea a renunciar a establecer su presencia en Ucrania desde la organización militar de la OTAN, misma que había sido prometida por los líderes occidentales hace 30 años atrás, cuando se desmanteló la antigua Unión Soviética y el pacto de Varsovia, que no se haría, ni se pondría en peligro la paz de la región y además sabiendo que desde 2014 el ejército ucraniano realizaba una guerra no declarada contra la región del Dombas, que decidió en un plebiscito separarse de Ucrania y convertirse en dos repúblicas independientes, que fue lo mismo que Europa patrocinó en la antigua Yugoslavia donde se conformaron 7 nuevos países y finalmente porque EE.UU. decidió que el suministro de gas ruso a Europa no podía seguir siendo un negocio de Rusia, a través de la empresa ruso alemana, Nord Stream II, sino de ellos y sin intermediarios.

Las sanciones impuestas a Rusia, las resiente la economía del mundo y nosotros no escapamos a tales costos que pagamos para sostener pretensiones de control geopolítico que en nada nos benefician y menos Europa que alimenta el aumento de la crispación y confrontación y quieren ahora que, nosotros, no solo, suframos las consecuencias de las dantescas sanciones que, se han convertido en una verdadera autofagia, sino que, en el caso de Panamá, a pesar de todo lo que ha hecho Europa para desprestigiar perversamente a Panamá a través de Panamá Papers, habernos metido deliberada e injustificadamente en toda clase de listas negras, grises y desteñidas, intentando destruir nuestro Centro Financiero Internacional, ahora se aparecen melosos, habiéndonos causado daño severo a nuestra economía, y a nuestra imagen, a que nosotros nos enfrentemos a Rusia y a China, dinamitemos la neutralidad del canal y del país, y le impidamos de manera arbitraria el paso de los barcos rusos y eventualmente chinos por el Canal, lo que sería un disparo a nuestra propia cabeza.

Josep Borrel pasará este primero de mayo en Panamá, siendo que su acceso a la política lo hizo a través de la clase obrera en España, misma que olvidó representar ahora, cuando anda andando tierras latinoamericanas como procónsul de una asociación de naciones que, nos ha causado suficientes agravios, como para, tener la cara de pedirnos que cohonestemos una empresa que a todas luces y entre más tiempo pase, resultará en un propósito cruel e inhumano, porque no se pretende la paz, sino el aumento de tensión y hasta exponernos irresponsablemente a una conflagración nuclear.

¡Así de sencilla es la cosa!

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