El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
Guste o no , un error de esa naturaleza, mata proceso y posibilidad de una sentencia de culpabilidad. Los hermanos y doctrinantes Pietro Castro , han escrito en torno al elemento formal y técnico del proceso. Ver Derecho procesal penal del doctrinante Secundino Torres Gudiño. En derecho penal, lo saben los letrados en leyes y sobre todo penal, se puede dar la existencia del delito, pero no necesariamente de la autoría.
Vamos al tema político. El señor Martinelli, es un referente de agudos sentimientos opuestos; de odios y aceptación. Pero me hago la pregunta,su no aceptación ¿es un fenómeno inducido por sectores de la oligarquía, que lo detestan? ; él no pertenece a esa clase. Su origen no es ese. A estos sectores le molesta que un rico venido de abajo, que asume poses de lumpen, sea presidente o concentre cuota de poder. Obsérvese que los dos grandes canales de televisión, lo adversan.
Para TVN, el fallo fue un balde de agua helada. Martinelli a pesar de esa campaña mediática, goza de amplias simpatías en los estratos populares y sociales de la sociedad. Lo anterior con olor a tragedia, por el hecho de depositar esperanza en una opción, que no fue un dichado de un buen ejercicio del poder. ( caso de Bocas del Toro y los de corrupción). El fenómeno , históricamente no es nuevo; los vacíos de liderazgos, han sido ocupado, por payasos, filisteos, improvisados, líderes de probetas creado en algún laboratorio de los grupos de poder económicos.
El maestro Ricauter Soler, analizó lo que fue el liderazgo del Dr Arnulfo Arias. Escribió que esté en uno de su iter político, fue un representante de la pequeña burguesía y sectores populares, pero que terminó oligárquico, sirviendo a estos sectores. De la oligarquía se puede esperar cualquier cosa y ante la eventualidad de perder su impronta sobre el poder, son capaces de negociar con el expresidente que hoy furibundamente adversan.
Desde maquiavelo, política y moral, no camina agarrado de la mano. Desgraciadamente la política ha devenido un juego y negociación de intereses. Lo trágico de esta realidad, nuestro pueblo rehén de estas contradicciones. No tiene dirección ni conducción , que desde la perspectiva de la lucha del poder , haga la diferencia.
Distinción entre conciencia en sí y conciencia para sí, sigue siendo el desafío a resolver. Mientras tantos, envueltos en las patas de estos conflictos en el seno del poder económico. La coyuntura político social, seguirá dando lecciones de lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. Es un libro que le faltan capítulos por escribir. No todo está dicho ni escrito en lámina de mármol.
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