Por: Eduardo A. Reyes Vargas.
Tengo amistades y familiares que se desenvuelven en la empresa privada.
Podemos coincidir en algunos temas pero quizás en otro ni siquiera empate.
Hoy me dirijo a todos y toda en especial a los que mantienen negocios de servicios al público.
Lo hago de la mejor buena voluntad.
Como panameño, sin distingo de nada, deseo lo mejor para esta nación
Y mi petición es quizás lo de muchos panameños y extranjeros.
Considero que la atención que recibimos como usuarios en algunos de esos servicios no llenan las expectativas de un cliente
Es por esta razón que en alguna forma las agrupaciones empresariales deben crear una especie de pequeña universidad corporativa, sencilla, de inducción en relación a la atención hacia el cliente.
Con los recursos humanos verdaderamente y permanentemente instruidos se ha de mejorar esa imagen deteriorada del servicios de atención.
Sin duda y por dicha, hay excepciones en este escenario.
He recibido atenciones excelentes pero también deprimentes.
Un ejemplo:
Usted llega a un área de servicio directo y no es común que le digan, “que desea”- “en que podemos ayudarlo”. Nota tertulias entre los colaboradores, sin mostrar importancia de ese cliente que ingresó.
Y si preguntan sobre ciertos artículos. O no saben o se quedan mirando el cielo raso.
Y lo peor es que algunos están sin hacer nada y al avistar al cliente, se esfuman.
No podemos seguir contratando un personal que no ha entendido el concepto de servicio al cliente.
Merma nuestro turismo interno y nuestro turismo de extranjeros.
Creo hay todavía excelentes panameños que debidamente formados sobre todo en urbanidad desarrollara un excelente trabajo, como los hay.
Pero otros, ni que decir.
Las causas de la desmotivación de ese personal pueden o no estar justificadas.
Queda como tarea del empresariado indagar y solventar el problema.
Los hermanos de Colombia y Venezuela en general han demostrado esa calidad de atención. Queremos que los nuestros lleguen a esos niveles.
No podemos contratar por contratar.
Se impone una selección objetiva, sin distingo de nada.
Si somos críticos de los servicios públicos, hemos igual serlo del sector privado.
Educación y formación en competencias transversales, muy ausentes.
1 Hay un solo Like:(