Se formó las de San Bartolo entre Argelia y España

Caos en Madrid por crisis diplomática con Argelia.

 

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

Hace dos medes y medio, el gobierno de Pedro Sánchez sorprendió al mundo, incluso a la propia sociedad española, abriendo las puertas para que Marruecos se anexe, como es su intensión, la República, Árabe Saharaui Democrática (RASD), en una clara traición a la línea histórica de España y enfrentando de manera traicionera a Argelia, principal suplidor de gas a España, y principal socio comercial de España en el norte de África.

Después de ese hecho, hoy, dos meses y medio después de ese hecho, Argelia a denunciado el tratado de amistad con España y suspendido las relaciones comerciales entre ambos países y se prevé que podría estar en juego también el suministro de gas, dependiendo del manejo del gobierno de Pedro Sánchez.

Los cierto es que no ha sido Argelia la autora de este sobresalto, sino única y exclusivamente España, al cambiar su postura histórica y legando a un acuerdo oscuro con Marruecos que ahora tiene sus naturales consecuencias.

Por su parte, el gobierno argelino ha expresado un comunicado oficial sobre el particular donde establece lo siguiente: «Las autoridades españolas han realizado una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sahara Occidental en violación de sus obligaciones jurídicas, morales y políticas como potencia administradora del territorio que pesan sobre el Reino de España hasta que finalice la descolonización del Sahara Occidental», precisó Argel.

Vastos sectores en España, se han manifestado en contra de las acciones del Gobierno de Pedro Sánchez que, ahora los ha metido en tremendo lío, del cual no saldrán sin los consabidos rasguños, cuando menos, en lo que podría ser considerada una manifestación inverosímil de insensatez del Palacio de la Moncloa en momentos que la estabilidad política de España no requiere de estos alborotos y sobresaltos, menos, si son buscados deliberadamente.

Si la situación llegara a escalar aún más, la situación de España queda cubierta de un manto de incertidumbre que la sumiría probablemente en una dramática crisis de la cual no habría una salida fácil, porque a la ya casi caótica situación energética, se sumaría la no disponibilidad de gas, cuyo más alto porcentaje se importa desde Argelia.

¡Así de sencilla es la cosa!

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