El Nuevo Orden Dual de la Economía Mundial
Por: Rigoberto Castillo G.
Abogado y Master en Derecho Internacional
Este ensayo es un intento de búsqueda de la verdad y de descubrir de qué lado se encuentra el derecho y la justicia, ya que todos somos afectados por las sanciones impuestas a Rusia y porque en cada hogar de Europa, América Latina, África y Asia, despertamos todos los días, con un aluvión de noticias falsas y terribles, que desinforman y crean una gran confusión mundial y hasta son deprimentes.
Las sanciones aplicadas, desde el 4 de marzo de 2022, a la Federación de Rusia, por la mayoría de los países europeos y los EE.UU., por el conflicto en Ucrania, han tenido un efecto boomerang desastroso en las economías europeas, causando un “shock de crisis” social y hasta político en algunos de los países de Europa y miembros de UE, en contra posición a lo que los sancionadores tenían pensado, en particular, en Hungría, donde ha vuelto a ganar en las elecciones el presidente Viktor Orbán, cuya tendencia anti sanciones es marcada y conocida y, en Serbia, donde también gano las elecciones presidenciales el actual aliado de Putin, Alexander Vucic, volviendose con ello a reiterar que las políticas de sanciones a Rusia son un fracaso. El 2 de marzo de 2012, los Gobierno de la UE concedieron a Serbia el estatus oficial de país candidato a la adhesión.
Así mismo, en Francia, el actual presidente Macron se enfrenta a la candidata anti Alianza Atlantista y anti Unión Europea, Marine LePen, en una segunda vuelta electoral que de seguro resultará de infarto, el 24 de abril próximo. Marine LePen, quien, entre otras cosas es amiga del presidente Putin, cuenta, de acuerdo con los analistas electorales franceses con posibilidades de ser la ganadora de las elecciones francesas, por un posible desgaste en el discurso y la gestión de Macron, las políticas anti Covid-19, las constantes manifestaciones populares, desde el año pasado, en su contra y su postura atlantista y globalista ante el actual conflicto en Ucrania.
En Europa, en estos momentos, por el conflicto en Ucrania, se observa la confrontación de dos tendencias en materia de geopolítica mundial: la rusa multipolar – Nuevo Orden Económico Dual versus la occidentalista – globalista – Orden Económico Unipolar liderado por EE.UU. y la OTAN.
La introducción de sanciones, en contra de Rusia, por EE.UU. y la UE. pareciera incrementó el choque geopolítico de los rivales económicos mundiales. Al punto que, el 31 de marzo de este año, en una visita del Canciller ruso Lavrov a China anunciaba el fin del actual Orden Económico Mundial y el, consecuente, nacimiento de un Nuevo Orden Económico Mundial, que muchos denominan “Nuevo Orden Económico Dual Mundial”.
A la fecha de la imposición de sanciones – 4 de marzo pasado, las sanciones económicas en lugar de lograr destrozar o asfixiar la economía de Rusia, como lo han pedido algunos lideres europeístas y de EE.UU., pareciera la fortalecen, y es que, la moneda rusa (el rublo) muestra una revitalización frustrante para Occidente y los EE.UU. y en particular para el régimen de Ucrania que se desgarra, infructuosamente, intentando bloquear a Rusia, con la influencia de los EE.UU. y la UE.
He dicho, en un artículo anterior que, para que la aplicación de sanciones internacionales se revistan de un carácter legal y, en consecuencia, no produzcan o generen acciones injustas a terceros, deben ser propuestas, discutidas y aprobadas en el marco de las normativas internacionales de la Carta de las Naciones Unidas, Capitulo VII, Art. 41, en el que se le otorga exclusivo poder o competencia al Consejo de Seguridad de la ONU (CS), la discusión, resolución y la aplicación de las medidas disuasorias en contra de un determinado Estado, por la infracción del orden jurídico internacional establecido; y que, fuera de este parámetro jurídico internacional, toda aplicación de sanciones es considerado un acto de agresión por el DI, por ser considerado acto ilegal.
Ninguna de las sanciones económicas, en contra de Rusia, fue sometida a discusión y al consenso del CS de la ONU.
Preguntemos entonces: ¿violó Rusia el orden jurídico internacional establecido?
¿Son ilícitas las operaciones especiales y la desnazificación de Ucrania?
¿Se merece Rusia la aplicación de las actuales sanciones económicas?
Los desastres en las economías de una gran cantidad de país del mundo, en particular de Europa, y los efectos negativos que percibimos en América Latina, África y Asia, por el alza descontrolado de los hidrocarburos y de los alimentos, nos llevan a realizar un repaso de los hechos que motivaron dichas medidas (unilaterales).
Intentamos partir de los hechos, tal y cual se fueron produciendo, para entender si Rusia actuó legal, o ilícitamente, pero primero, permítaseme mencionar algunos hechos de intervenciones militares que nos servirán de referencia, para comprender mejor si son o no legales las sanciones en contra del gigante euroasiático ruso.
Algunos actos jurídicos basados en el Artículo 51 de la Carta de la ONU.
Y otros actos sin respaldo legal internacional a los que no se les impuso sanciones
Debo recordar que, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, los Estados Unidos invadió Afganistán, fundamentando dicho acto (de legítima defensa) en el artículo 51 de la Carta de la ONU.
La intervención armada, en contra del régimen de Sadam Hussein, en Irak, entre el 20 de marzo y el 1 mayo de 2003, se fundamentó, igualmente, en el principio de legítima defensa y defensa conjunta contemplado en el artículo 51 de la Carta de ONU. Y se creó una fuerza militar multinacional. Saldo de más de 1,033,000 de muertos sin mencionar los refugiados y heridos.
La invasión de los EE.UU. a la República de Panamá, el 20 de diciembre de 1989, se fundamentó, únicamente, bajo la consigna “Causa Justa” (Just Cause). Dicha intervención militar en la que fueron asesinados más de 3 mil panameños, no estuvo la aprobación ni el reconocimiento del Consejo de Seguridad de la ONU, ni apegado al Artículo 51 de la Carta de ONU, indistintamente, de si el extinto General Noriega era un supuesto dictador u honorable Jefe de Estado. Panamá de ninguna forma representaba “peligro inminente” para la gran potencia estadounidense.
La intervención de los ejércitos de la OTAN y de EE. UU. en la guerra de los Balcanes en contra de la ex Yugoslavia, se fundamentó en un supuesto “derecho humanitario”, una cuestión carente de sustento jurídico y de legalidad internacional, pues no existe en ningún instrumentos jurídico internacional, ni es reconocido por el DI el “Derecho de Intervención Humanitaria” o por “razones humanitarias”, ni menos por cuestiones de “Derecho Consuetudinario”, como lo intentan justificar algunos juristas, para aliviar el ilícito internacional cometido. Por lo tanto, fue y es un acto contrario a la Carta de la ONU y contrario a los Principios Universalmente Reconocidos del Derecho Internacional.
En fin, la lista de actos de agresión sin apego al orden jurídico establecido y no consagrados en tratados y demás instrumentos internacionales es infinita.
Ahora bien, respecto a Rusia, repasemos los hechos tal y cual fueron produciéndose y que llevan al conflicto en Ucrania, esto sin pretender ser “abogado del diablo”, ni de pretender ser pro Rusia o pro Putin, ya que la Federación de Rusia y el propio presidente ruso, son iguales de capaces de defenderse por sí mismos. El objetivo de este ensayo es el de acercarnos a la realidad y no a los “cuentos chinos” que nos intentan hacer saber los diferentes medios sobre el conflicto en Ucrania.
Las operaciones especiales de Rusia y la desnazificación de Ucrania, los hechos:
Desde 2014, con el derrocamiento del gobierno constitucional de Viktor Yanukovich asciende al poder en Ucrania un grupo de políticos de tendencias claramente identificadas con el nazismo.
En las constituciones y leyes de Europa, Rusia y demás países del mundo, está prohibida la ideología fascista o nazista.
Rusia perdió en la II.G.M, contra el fascismo y el nazismo hitleriano, más de 27 millones de seres humanos.
El presidente Zelinsky en actos públicos condecoró a elementos nazis y los acepto en su gobierno. Permitió que un Batallo de paramilitares neonazis (AZOV), fuera incorporado al ejército regular de Ucrania.
El 24 de marzo de 2021, el Gobierno del presidente Zelensky, emitió un decreto, mediante el cual se ordena la recuperación o reconquista de la Península de Crimea, por medio del uso, o amenaza del uso de la fuerza militar, en contra de Rusia.
En la Conferencia de Múnich, del 11 al 12 de febrero de este año, el presidente Zelensky dejo claro, en su discurso, ante los militares de la OTAN y lideres europeos que no seguiría cumpliendo el Acuerdo de Budapest de 1994, mediante el cual Ucrania renunció a las armas nucleares, y que estaba dispuesto a adquirirlas nuevamente, lo que motivo una lluvia de aplausos y ovación de los presentes.
Días después el presidente Zelensky, ordenó el envió y el reforzamiento del ejercito ucraniano a los límites territoriales con las repúblicas (hasta ese momento) separatistas de Donetsk y de Luganks, en la región del Donbas.
Rusia lleva a cabo, en septiembre de 2021, los ejercicios militares, ya planificados y comunicados a la OTAN y a los EE.UU., denominados “Zapad 21” (Occidente 21).
En octubre de 2021, luego de los ejercicios militares, Rusia deja en el territorio de Bielorrusia equipos militares no destinado a operaciones militares ofensivas (existen Acuerdos entre Bielorrusia y Rusia en asuntos militares).
EE.UU. y militares de la OTAN, interpretan que Rusia tiene intenciones de agredir militarmente a Ucrania, cuestión que el propio presidente ucraniano Volodimyr Zelensky negó en reiteradas ocasiones y pidió a los EE.UU. y a los militares de OTAN, así como al propio presidente Biden, que no exageraran y dejaran de desinformar sobre esta cuestión, pues creaban un clima de inseguridad innecesario para Ucrania y su economía, sobre todo porque los servicios de inteligencia de Ucrania no registraban que de la parte rusa existía intensiones de agredir militarmente a Ucrania.
Pareciera se va creando un escenario ficticio de conflicto bélico, entre Rusia y Ucrania similar al de Irak con las supuestas armas de exterminio, que posteriormente se demostró era falsa la información, pero que se usó vilmente para invadir ese país.
Desde finales de octubre e inicio de noviembre de 2021, el secretario de Estado de los EE.U. Antony Blinken, subiendo el nivel de la propaganda de supuesta guerra de Rusia, en contra de Ucrania, inicia una tenaz acción en el Consejo de Seguridad de la ONU, en Europa y en diversos medios internacionales.
El 16 de febrero de 2022, el presidente Biden, en contra posición a las declaraciones del propio presidente ucraniano, Zelensky, manifiesta que Rusia invadirá a Ucrania y da fechas exactas de inicio de las operaciones militares, lo cual resulto falso.
Para el mismos día 16 de febrero de este año, el presidente Zelensky ordena intensificar los ataques a la región del Donbas. La Organización de Seguridad Colectiva Europea (OCSE), informa de dichos bombardeos del ejercito ucraniano a la población civil, junto al llamado batallón de neonazis de Azov. Huyen de la agresión al territorio de Rusia unos 100 mil refugiados ucranianos ruso parlantes.
Las autoridades de las proclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y de Luganks, bajo el asedio de los ataques del ejercito ucraniano y lo nazistas de AZOV solicitan al Gobierno de la Federación de Rusia – Cámara Baja del Parlamento de Rusia – Duma de Estado, reconocerles como Estados independientes y soberanos, de acuerdo con el principio de Derecho Internacional de la Autodeterminación o Libre Determinación de los Pueblos, universalmente reconocido por todos los Estados y sujetos del Derecho Internacional. De igual forma, solicitan se firme el Tratado de Amistad y de Asistencia Mutua.
El 21 de febrero de 2022, el presidente Putin, que un inicio se había opuesto, firma la Ley mediante la cual se reconoce la soberanía y la independencia de las repúblicas de Donetsk y de Luganks.
El 24 de febrero de 2022, en cumplimiento con lo establecido en los citados instrumentos jurídicos y en virtud del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas (de Legitima Defensa y Defensa Conjunta), jurídicamente, Rusia inicia las llamadas operaciones especiales y la desnazificación de Ucrania.
Viejo Orden V/S Nuevo Orden Dual en el Conflicto de Ucrania
Las sanciones económicas a Rusia y su desconexión del sistema SWIFT, como he dicho antes, aceleraron los procesos de cambio en las relaciones económicas internacionales, han creado nuevos paradigmas en el valor de las monedas nacionales versus el dólar estadounidense y ha causado una sensible merma en el uso del dólar como moneda de cambio y comercio en el mercado de las economías emergentes (Rusia – Arabia Saudita, Rusia – China, Rusia – India, Rusia – Irán, China – Arabia Saudita, China – Irán, etc.), con perspectivas de sumarse Brasil, África del Sur y demás economías cuyos intereses estarían buscando distanciarse de la aplicación de sanciones unilaterales de los EE.U. y las potencias europeas.
Para el 4 de marzo del presente año, el rublo ruso se desplomó, de 91.42 a 160.00 rublos por un ($.1.00) dólar USA, lo que se creyó en Occidente y en los EE.UU. sería un verdadero “holocausto económico y financiero” para Rusia, a la fecha de este ensayo el valor del rublo ruso está situado en 79.27 rublos por un ($.1.00) dólar USA., lo que representa una real frustración para Europa que hasta el presente resulta ser la más afectada con las sanciones; más aún cuando, el gobierno ruso aprobó una disposición que ordena a los países enemigos de Rusia a pagar los hidrocarburos (gas y petróleo) en la moneda rusa o su equivalente en oro, con el riesgo de serles clausurado el servicio.
El golpe de timón que, Putin ha dado, a la economía mundial, aún mantiene en shock a EE.UU. y a la UE, a tal punto que, en lugar de reconsiderar sus políticas desacertadas de sanciones, han optado por incrementan las sanciones, en contra de Rusia, sin entender aún los resultados que hasta el momento están teniendo las mismas en el mundo.
¿Pero en qué consiste el llamado Nuevo Orden Dual de la Economía Mundial?
El conflicto en Ucrania, a diferencia de lo que muchos estiman saber, conlleva tres escenarios: el primero, informativo, el segundo, el militar y el tercero, financiero, o económico internacional.
En esta ocasión no tratare el primer escenario, pues es más complejo que los mencionados aquí, al punto que, ha motivado la aprobación de legislaciones que condenan con cárcel las llamadas “fake news”, o noticias falsas, como un intento de evitar la muerte de la verdad en este conflicto y, por otro lado, ha generado la censura en importantes medios digitales y el internet Facebook, Youtube, Instagram, Tweeter, etc, como intento de ocultar esa realidad que los poderos facticos no desean nos enteremos.
El escenario militar es el que todos vemos y del que todos nos lamentamos, pues son vidas humanas de ambos lados (de Rusia y de Ucrania), que a diario se pierden, pero del escenario económico, causa real del conflicto ucraniano, a muy pocos nos ha costado entender y explicar, pues es complejo, ya que arranca, desde los años de post II Guerra Mundial, con el Acuerdo de Bretton Woods de 1944, y en particular, de las décadas de los años ´60 y ´70, años en los que, la confianza del dólar (antiguamente respaldado en oro) se pierde, y se inicia la impresión de dicha moneda de forma descontrolada y sin respaldo en el codiciado metal.
El Nuevo Orden Económico Dual, del que el ministro de exteriores Serguiey Lavrov se refirió el pasado 31 de marzo en China es, entre otras cosas, el comercio basado en el valor de los rubros nacionales, monedas nacionales de los Estados, equiparados en el valor en onzas de oro, o sea, este es una especie de vuelta al patrón oro. Es la realización de negocios, y comercio en monedas nacionales y no en el dólar de EE.UU. lo cual es un golpe nefasto para la moneda estadounidense.
El Nuevo Orden Económico Dual, es así mismo, el nacimiento de un nuevo modelo económico frente a otro en, supuesta, decadencia, es la valoración de las materias primas (commodities) respaldadas por las divisas o monedas nacionales, y viceversa.
Es a raíz de este fenómeno que surgen las sanciones en contra de Rusia, pues las economías Occidentales y los EE.UU. entienden que el riesgo de un Nuevo Orden Económico, sin su control y dominio, representa la inevitable quiebra posible de las economías Occidentales, tal y como la conocemos al presente. Peor aún, cuando Rusia aplicando dicho modelo, ha condicionado al pago en rublos el gas el petróleo que vende a las economías europeas, con lo que se mueve hacia una tasa de intereses monetaria y una bolsa monetaria más estable y menos especulativa. En otras palabras, esto significa el fin de las finanzas especulativas, por ende, podría ser el fin de Wall Stret.
En el conflicto de Ucrania, las potencias se debaten, estimado lector, por la existencia de sí mismas como hegemónicos y controladores del destino de la humanidad. EE.UU. y los lideres europeos han hecho un cálculo muy errado de las posibilidades y condiciones de la sociedad, la economía, del gobierno ruso y de su presidente, porque queda entendido que sus ideólogos desconocen la historia, no han leído a Rusia, desconocen su sociedad, sus costumbres e idiosincrasia, religión y su espíritu nacional. Visto ha quedado que, las enseñanzas dejadas por las guerras a las que Rusia sea enfrentado, y de las que ha resultado seriamente afectada, pero enarbolando banderas de victoria, en nada han servido a los actuales lideres Occidentales.
Al parecer, hasta el momento, el presidente ruso, Vladimir Putin, le ha tomado una importante ventaja a Occidente en la guerra militar y se acerca a coronar la guerra económica, que no es otra cosa que, la otra guerra de las guerras en el conflicto de Ucrania.
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