El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Gonzalo Delgado Quintero
Donald Trump o Nicolás Maduro, quién caerá primero. A Trump se le vence su periodo, si es que llega al final de su mandato, en el 2029 y a Maduro si también se mantiene, en el 2031. Y la verdad es que la idea de este artículo surgió a raíz de los múltiples acontecimientos que están sucediendo tanto en Estados Unidos como en Venezuela.
De hecho, las manifestaciones multitudinarias (millones de personas) como las de Washington y que hasta el domingo se registraron en casi todos los 50 Estados del país norteño, vienen siendo provocadas por las nefastas políticas adoptadas por el gobierno de Trump, sobre todo, contra los migrantes y por la situación de desmejora económica y el abandono de vastos sectores que ahora deambulan orillando la pobreza en EE.UU. En Venezuela las manifestaciones que han ocurrido también han sido multitudinarias, pero también contra Donald Trump y su intención invasora.
Contra Trump, el rechazo es mundial. En el caso de Maduro, más que rechazo propiamente dicho, la imagen negativa hasta hace poco instalada en el colectivo social a nivel global por el emporio de los medios de comunicación imperial, ha ido cambiando. Una imagen que a pesar de cómo fue moldeada despectivamente, se ha ido recomponiendo y comienza a despuntar más allá de los cánones tradicionales con que algunos países poderosos miden a los demás, sobre todo, de América Latina, incluso con un dejo de desprecio y descalificación clasista.
El tema es tal que, la situación extrema que vive Trump, aunque tratan de disimular, es de resquebrajamiento total. Su situación interna, su mala relación con Europa, el apoyo no cumplido que ofreció a Ucrania, la falta de palabra ante Vladimir Putin, la mala decisión de apoyar el genocidio en Gaza contra los palestinos, el asunto de los aranceles que se le ha revirado, el conflicto creado con países de Latinoamérica, en especial contra Venezuela y ahora, con Colombia; además de las malas decisiones tomadas con respecto a China y otros países de Asia y África, son entre muchos, los eventos que conspiran en contra de Trump.
Esta situación pone en jaque a la administración Trump. La bestia está herida de muerte y eso la torna más agresiva y peligrosa. Y en este punto, solo señalaré un solo aspecto de la infinidad que pueden ocurrir. Y es que en la medida en que en EU escala la crisis política contra el hijo de emigrantes Trump; así mismo, es la idea y el posible incremento de la intervención militar norteamericana en Venezuela.
La razón es sencilla, podrá decirse que fue lo mismo que aprovechó Benjamín Netanyahu en Israel, quien antes de la guerra estaba desprovisto de todo apoyo social y político y lo que hizo fue inflar todo el conflicto provocado por Hamas, hasta llevarlo al desastre apocalíptico cometido por él y que ahora intenta, como si nada, simplemente pasar la página. Con Trump, una estrategia sería atacar Venezuela para también desviar la crisis interna y trasladarla a otro escenario fuera de Estados Unidos.
Ahora bien, esto puede ser peligroso para EU, por muchas razones. Uno es que ciertamente pueden invadir; pero Venezuela mantendría una gran resistencia aunada a la compleja geografía que conforma su territorio. Además, Venezuela no estaría sola y, por ejemplo, para Rusia que de hecho la está apoyando con tecnología bélica y en otros aspectos, sería como sacarse el clavo de lo que EU y la OTAN le han venido haciendo a través de Ucrania.
Hay mucho para seguir el análisis. Mencionar el apoyo de China, Irán y otros; sin embargo, en esta apuesta de quién cae primero. La única forma que puede caer Maduro y no es precisa ni segura que suceda, es la invasión a Venezuela y no me extraña en lo absoluto que el sucesor de Chávez, se enmontañe. Lo que le empantanaría la guerra a Estados Unidos y allí, si hay pantanos. Por el contrario, si esto sucede, el pueblo norteamericano en una guerra prolongada, acabaría con Trump que se caería del propio peso de los errores que viene cometiendo a diestra si siniestra en todo el mundo y en su propio país. En conclusión, creo no equivocarme en decir que Trump cae primero que Maduro.
El autor es periodista, escritor y analista.
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