se hacen llamar democráticos, cuando en realidad esa pseudo fachada, oculta realidades y situaciones propias del fenómeno de la antidemocracia.

Por : Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
Un estudio del poder, la política en Latino américa, pone al desnudo que la oligarquía en el poder, es fuente de inestabilidad; algunos estudiosos van mas lejos, fuera del poder constituyen un factor de desestabilización de la democracia.
En la actualidad, hay regímenes cuyo principal referente de clase lo es la oligarquía; verbigracia Argentina, Ecuador, Perú y recién electo presidente de Bolivia, se suma al conjunto de esos países, cuya principal base de sustentación lo constituyen las élites del poder económico.
Estos países, tanto en el poder como fuera, son aliados sumisos, de gobiernos de los Estados Unidos.
Por esa ruta, también cursaba el gobierno Colombiano, cuando la oligarquía manejaba el gobierno. Hoy desde afuera del poder, se constituyen en un factor desestabilizador y subordinado a las políticas hegemónica de los Estados Unidos. Son mucho mas.
Panamá y su actual gobierno, destaca por la trascendencia de las élites en el gobierno y sumisión, en la actualidad al gobierno del megalómano Trump.
Los gobiernos oligarcas o de fuerte presencia en el estado (gobierno), caso Panamá, subestiman a los de abajo; mediatizan la vida en democracia y en ella, hacen del estado un instrumento de control y dominación. Todo su hacer mediador, está en función de fortalecer su hegemonía . El pueblo no cuenta; menos los espacios de diálogos y concertación. El enfoque de participación ciudadana, totalmente anulado.
El cinismo inaudito; se hacen llamar democráticos, cuando en realidad esa pseudo fachada, oculta realidades y situaciones propias del fenómeno de la antidemocracia.
Desde estas perspectivas, un error caracterizar el régimen de Panamá, como democrático. Democracia oligarca constituye un contrasentido. Se es demócrata o sencillamente sirve a las élites del poder económico. No hay término medio. «el gobierno es de los empresarios (oligarca) y punto» (presidente José Raúl Mulino).
En este último contexto, mal se puede decir que el régimen es democrático.
La historia de los regímenes oligarcas, también da cuenta, que las crisis en su interior, constituyen la antesala de reales procesos democráticos. Esas crisis, su matriz, es portadora de cambios de calidad en lo que se refiere al poder y su relación con el pueblo.
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El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.