
Por: Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
Hasta cierto punto causa molestia escuchar a intelectuales, abdicar del concepto de izquierda. Y cuando lo hacen, no se dan cuenta que quedan llevando agua al molino de todo tipo de fundamentalismo ideológico, reaccionario y antihumanista.
Recién un apologista de pensamiento que abogaba por distinciones del ser humano en virtud de raza y color de la piel. Consideraba a los latinos una especie de hombre en situación de cápite disminuido.
Admirador del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y su política de discriminación migratoria, supremacía del blanco, etc. fue asesinado. No lo celebro.
Las opiniones se atacan con opiniones. El derecho a externar hasta sandeces y pensamientos de barbarie, irracionales, es un derecho. Ese derecho es una cosa y otra, deplorar de los contenidos de opiniones, también es un derecho.
Estos intelectuales y profesionales, se dejan seducir por el discurso que deplora la razón de ser del humanismo.
Muchos de los que le aterra que lo identifiquen como de izquierdas, en sus discursos y narrativas, son complacientes con la ideología terrorista, como la del estado sionista de Israel, que masacra a mansalva a los palestinos, con su estrategia de arrasar toda la presencia de palestinos en la franja de gaza. ¿y quien es el gran promotor y tutelador de esa masacre? El gobierno de Donald Trump.
Parafraseando a un amigo cuando decía: yo defiendo a los más pobres, creo en la defensa de la patria, su soberanía y abogo por un reparto equitativo de las riquezas, lucho contra los regímenes autoritarios, fascistas y oligarcas, que no valoran la democracia como signo de convivencia y trato igual y humano y si por ello me dicen de izquierda. (¿cuál es el problema?)
Hablar de izquierda no alude a modelos del como gerenciar la economía, si tiene mucho de ello; lo importante parafraseando a hermanos cristianos, se trata de una opción por los pobres y menesterosos. Si es así, cual es el miedo que lo tilden de izquierda.
No pocos faltaron para endosarle al papa Francisco, de ser comunista, de izquierda, por su vocación humanista. El papa, hombre inteligente, nunca abrigó temor alguno, que lo calificaran de izquierda y antineoliberal. Fue un crítico acérrimo de estas formas de pensar.
Lo anterior ocurre igual con individuos que se proclaman demócratas y pregunto de ¿cuál democracia? ¿la que discrimina y niega el papel fundamental de los ciudadanos en el proceso de hacer y construir democracia?
Siempre he escrito, que para hablar y escribir, hay que pensarlo. La razón es sencilla, el lenguaje tiene una carga ideológica. El actor no se da cuenta de que, al hacerlo, lleva posiciones ideológicas que son instrumentalizada por los que a ultranza niegan el humanismo y no ponemos cuidado, estaremos llevando al planeta a formas de esclavitud y dominación salvaje, execrable, como ya se observa en nuestros tiempos.
En nuestro país, la izquierda nunca ha estado en el poder. Entonces ¿por cuenta de quiénes corre el desastre de país que tenemos y de sociedad, que no repara en la causa de los pobres y oprimidos.
¿ENTONCES CUAL ES EL MIEDO A SER DENOMINADO COMO HOMBRE DE PENSAMIENTO DE IZQUIERDA.
Lo de anti izquierda, una narrativa que niega la liberación del hombre, su libertad, de país libre y soberano.
Mas sentido tiene que te digan social cristiano y humanista. ¿No les parece?
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El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.