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La hora de decisiones democráticas y patriótica, por el bien del país y toda la sociedad.|


Por: Ramiro Guerra M.
Abogado y Cientista Político.

La insensatez no es buena consejera. Menos la represión y menos creer que se tiene el don de lo infalible. Ha venido ocurriendo, lo que mucho tiempo atrás había venido advirtiendo: malestar de la sociedad y del pueblo panameño.

La crisis no son inventadas; error pensar que se trata de conspiradores profesionales para tumbar el gobierno o desestabilizar la gobernabilidad. Los que así piensan, obvio, piensan que dando palo y disparando perdigones, es el único recurso para el manejo de crisis. Están errados y equivocados. Creo que estamos ante la necesidad de abrir curso a un gobierno de unidad nacional democrático, que propicie los necesarios espacios de participación y gestión. No solo se dirige un país, teniendo como base una legitimidad formal que da una elecciones; la pérdida de legitimidad social, de empatía con el pueblo, no es buen augurio para la nación y los panameños.

Los tecnócratas son necesarios en la labor de gobierno; pero el arte de gobernar es un asunto más de política y de cuadros políticos. La política y el arte de gobernar, es más poder de persuasión, diálogo, consensos, participación. Temprano aprendí con un profesor de ciencia política, que me dijo, el problema de la verdad y sobre todo en política, es que muchos creen que su verdad es la única y por ello pierden la capacidad de entender, que a ella se llega dialogando, consultando. Omar Torrijos , no hablaba mucho, su gran don escuchar y cuando hablaba, su discurso tenía el poder de la empatía social. ¿qué es lo que no se entiende de este ABC, para un eficaz y buen gobierno.

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