El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
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Isaías 5:20-21
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Octubre de 2023.
Bien lo escribió el Dr. Simeón González (fallecido), en un medio donde prevalece un pragmatismo del tipo arriba señalado, los programas escritos suelen ser promesas escritas en el hielo.
Desde los tiempos de Jesús, el Cristo libertario al igual que Enmanuel Kant, sentenciaron que, al hombre lo conoceréis por sus actos y por lo que han hecho y hacen.
Hemos llegado a una situación donde los hombres que dirigen maquinarias partidarias, son arsenales de discursos y promesas. Entre ellos, nada de diferencias y repiten las mismas cantaletas de elecciones pasadas.
El mismo estilo de siempre; pasan las elecciones y se pierden en la nave del olvido. No hay debate donde medien cuestiones relativas a un hacer mediador programático y político ideológico.
He escuchado a algunos de ellos decir, cómo manejarán la política exterior;
.- tendrán un cuadro del panorama mundial y de cómo éste incide en Panamá;
,- qué tipo o modelo de economías proponen y si tienen voluntad de hacer cambios dirigidos a instaurar una relación de mayor equidad, entre la economía transitista y el sector primario;
.- cómo van a democratizar el estado panameño y como escribí, democratizar la democracia, etc.
Serán conscientes de que nuestro sistema político, enfrenta un problema grave de agotamiento.
.- En el tema del agua, sabrán de la gravedad del mismo. De esto, muy poco o nada dicen.
En cortas palabras, preguntamos: ¿Serán estos los próximos gobernantes de Panamá? ¡Que Dios nos agarre confesados!
Con razón se señala que caminamos hacia «más de lo mismo». Es decir, hacia el desastre.
Panameños conscientes los hay; pero deben entender que la política no es mala, los malos son los hombres que se han apoderado de la misma para servirse.
Hay que hacer debates, diálogos. El desastre no necesariamente tiene que ser. Pensemos en el país y en qué podemos hacer para salir de este atolladero que se presenta como apocalíptico.
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