El pueblo de Israel Rechaza la decisión del gobierno de Netanyahu de sacar a la fuerza a los palestinos de Gaza y acabar con la vida de los rehenes.
Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Hace algunas horas las fuerzas militares del régimen de Israel, dio inicio a la limpieza étnica y genocidio a través de un progrom que rechaza la comunidad internacional y casi todos los pueblos del mundo y al cual el Benjamín Netanyahu ha decidido anexarse la región de GAZA, donde viven en circunstancias dramáticas un poco más de dos millones de palestinos en lo que fue históricamente su tierra.
Asistimos a un crimen sin nombre contra un pueblo sitiado por hambre y en el que le ha cortado el servicio de agua y no se le permite que entre comida, o avituallas para las necesidades de salud básica.
Las fuerzas militares del régimen de Israel cuentan con centenares de taques de guerra, obuses, armas pesadas, cientos de aviones de combate, miles de toneladas de bombas y toda clase de armamento moderno para borrar todo vestigio de vida y civilización en toda la franja de Gaza.
El problema es que los gazatíes no tiene salida para ningún lado, ya que están encerrados en una gran cárcel, la del Holocausto Palestino a cielo abierto.
Todo esto está ocurriendo y Netanyahu se ha convertido en el criminal de guerra y líder de una de las obras más siniestras de la historia moderna.
El resultado de esta acción insensata y cruel a niveles dantescos, dejará un resultado de un pueblo mártir, el desprestigio y aislamiento de Israel, optimiza las condiciones para que la paz en la región se esfume y destroza la institucionalidad internacional, cuyos organismos quedarán inhabilitados moralmente para poder hablar con algún grado de eficacia sobre un mundo civilizado.
Es importante destacar que el pueblo hebreo, ha salido a las calles en todo Israel, pese a limitaciones e impedimentos increíbles, a manifestarse contra este burdo y cruel genocidio que no tiene parangón, sino con lo que hizo Hitler con los judíos hace tan solo 80 años atrás.
Parece que no Hemos aprendido de la historia. Elevo una oración al Dios del cielo y la tierra, nuestro Señor Jesucristo para que su mano misericordiosa, trastorne los planes asesinos y permita que el pueblo hebreo y el palestino puedan convivir aun con diferencias, pero que no caiga sobre nuestra cabeza la sangre inocente de miles de niños, mujeres, ancianos y un pueblo asesinado por hambre y por bombas y haber guardado silencio mientras se cometía este bochornoso y monstruoso crimen que, con toda seguridad, no quedará sin castigo, porque Dios es justo y a Él nadie puede sobornar.
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gálatas 6:7