El escándalo de los auxilios económicos

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

Cuando la moral pública desfallece, ocurren hechos de corrupción que, nos inundan de vergüenza y mucha pena, porque, quienes tienen más bienes materiales en nuestra sociedad, sin sonrojo alguno, se visten de indigentes para quitarle a los pobres o personas limitadas materialmente, lo que el Estado asigna como estímulo para que los hijos de los humildes, a través de la educación puedan superarse y surgir desde las carencias a un mundo de más libertad.

Es lamentable que, algunos avivatos vinculados a altos puestos bien remunerados del gobierno o personas pudientes del país, le hayan propinado una puñalada artera, como trapera, a un programa del IFARHU que, bien administrado, impactaría positivamente en el país.

Este tema no está aislado, deben ser examinados minuciosamente todos los programas de asistencia del gobierno, incluyendo los préstamos que se dan en el Banco de Desarrollo Agropecuario y demás entidades que dan asistencia crediticia, como AMPYME, para que dichos recursos del presupuesto nacional, no vayan a parar en manos de perversos que, están acostumbrados a atracar los bienes públicos y sin que nuestra maltrecha justicia haga nada para impedírselos.

Es incomprensible también que, la Asamblea Nacional insista en otorgar sumas multimillonarias a sectores pudientes, como los que, se apropiaron de la Isla de San Miguel y desarrollan allí proyectos de vivienda para millonarios, Hoteles turísticos de lujo, absolutamente exonerados y los pobres del país tenga que arrebatarle sus propiedades ancestrales, que subsidiar a los que los despojan en el 100% de su inversión y además, los programas de asistencia y ayuda económica como las del IFARHU, se la apropien los que de hecho tienen todos los bienes materiales que hacen que el país nuestro sea uno donde reina campante la impresentable y vergonzosa desigualdad.

Ojalá que esa desprestigiada Asamblea, no se le ocurra terminar de regalar el país, y nuestros recursos mineros a First Quantum Lda. A través de un contrato, a todas luces leonino y que traiciona nuestro interés nacional y postra los anhelos del país de, salir del estado angustioso y moribundo en el que estamos.

Dios, Nuestro Señor, nos ayude a encontrar un rumbo en donde no se siga jugando con la dignidad de los más humildes del país, que constituyen la mayoría de los panameños.

¡Así de sencilla es la cosa!

8 Hay varios Likes:) Gracias...