Como nunca antes por el caos en Afganistán.
(CNN) — El presidente Joe Biden está luchando contra un examen cada vez más profundo de su juicio, competencia e incluso su empatía por la caótica salida de Estados Unidos de Afganistán. Y cada intento que hace la administración para sofocar un furor que está empañando la imagen de Estados Unidos solo provoca más preguntas sobre sus fallas de planificación y ejecución.
Un desafiante Biden el miércoles rechazó las críticas a su liderazgo, mientras luchaba contra el drama autoinfligido más significativo del mandato que ganó prometiendo un gobierno competente y franco con los votantes.
El presidente había prometido repetidamente que la retirada de la guerra más larga del país sería ordenada, deliberada y segura y que no había circunstancias en las que Afganistán caería repentinamente en manos de los talibanes.
Pero en la entrevista de ABC News cambió de rumbo, diciendo que no había manera de que Estados Unidos se hubiera ido sin el «caos resultante» y que esas escenas siempre se contemplaron en la decisión de sacar todas las tropas este año.
Biden no está explicando adecuadamente por qué falló tanto en predecir el rápido colapso del Estado afgano. Y su credibilidad se ha visto mancillada porque su confianza en minimizar los riesgos de la retirada se ha confundido repetidamente en los acontecimientos. Siete meses desde el comienzo de su mandato, Biden ya no recibe crédito simplemente por no ser Donald Trump.