A que juega el gobierno, cuando presiona para que su contrato con First Quantum (Minera Cobre Panamá), sea aprobado por la Asamblea.  

Por Ramiro Guerra M.    Abogado y cientista político.    

Va porque va. Esa es la posición del gobierno frente a un pueblo que le advierte, eso no le conviene al país y a los panameños. Millones gastados en publicidad engañosa y manipuladora que, todo lo reduce al dinero.

Igual esa empresa que, para lograr doblarle el brazo al gobierno, amenazaron con demandar al estado de Panamá, por sumas multimillonarias. El propio ministro de comercio admitió que, esa variable presión si incidió en la firma del contrato. En derecho a eso se le denomina vicio del consentimiento, lo que hace del contrato uno nulo.

Insólito, nunca antes, que yo conozca, ver a una transnacional creerse por encima del estado nacional. A hecho lo que le ha venido en gana; operar pese a que sus operaciones no tenían sustento legal. Llegaron hasta señalar que, el gobierno mentía y que no informaba con transparencia lo negociado con relación a la explotación minera.

Ahora acuerdan resarcir al estado con una minucia, por su violación al ordenamiento legal y al fallo de la Corte Suprema de justicia.

Es obvio, que este affaire minero, resulta claro, la presiones de lo que denomino una troika antinacional, empresa, oligarquía y un gobierno sordo y huérfano de apoyo popular, han tramado semejante atraco.

Me ha llegado información que, la empresa Quantum, está usando a sus trabajadores y otras personas, con transporte pagado para que lleguen a la Asamblea Nacional y desde allí, montar todo un show con el pueblo que se opone al contrato.  Es un juego peligroso, atizar la confrontación que pudieran tener un costo alto en materia de la integridad del pueblo que se opone al contrato de la indignidad.

También se sabe que, está corriendo muchos dólares en diversos medios para vender las seudo bondades del contrato.

Lo ocurrido hoy en la asamblea nacional, es evidente fue de previo y dolosamente orquestado por la empresa. Eso es condenable. Hay un sentir nacional, que ese contrato le da una puñalada al corazón de la nación.

Causa pena escuchar el alegato de algunos diputados. Usan el mismo discurso de la empresa, hasta con las comas. Con esos argumentos, la oligarquía cuando en el pasado se debatía la salida de las bases militares, se oponían. En ese tiempo, se decía que se perderían más de 10 mil puestos de empleos y muchos millones.

Pelen el ojo muchachos.

Omar Torrijos, supo crecerse en la historia; la dignidad no tiene precio.  Pero eso no lo entienden los judas iscariotes de hoy.  Y así filibusteros, con cara de piedra n ocultan ser mercaderes que se hacen llamar torrijistas.

El pueblo no acepta el maridaje de la troika arriba mencionada, que trama la instalación de un enclave en el territorio nacional.

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