El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Nuestro país está en crisis profunda, en cuidados intensivos, está en caída libre, va en picada. Huele a angustia, dolor, muerte y luto.
Es un desastre por donde lo mires o lo admites. Hay poco que encontrar en quienes ensucian su lengua al creer que la dignidad del pueblo pueden manejarla sin que exista oposición.
Los panameños podemos ser mansos, pero no mensos. Usamos la lengua para comunicarnos e ingerir alimentos, no para lamernos, ni metérnosla donde no corresponde, tampoco para destruir al país, entregarlo o venderlo a destajo a potencia extranjera alguna.
Los panameños honestos no queremos la mina, por las repercusiones que producirá a futuro. La vida vale más que el oro, por lo cual la Corte Suprema de Justicia, en el folio 234(2324) del Fallo de 27 de noviembre de 2023, expresó:
«Esto quiere decir, para el pleno, el efecto de esta decisión de inconstitucionalidad debe ser interpretada en el sentido que no existe concesión.»
«Realizada la ponderación de los valores constitucionales en colisión, este Tribunal Constitucional quiere reafirmar la regla de juicio que se convierte en mandato de optimización y que surge como resultado del análisis de la controversia constitucional, la cual es que la protección del derecho a la vida, a la salud y el medio ambiente de las futuras generaciones, tiene prevalencia sobre cualquier otro derecho de naturaleza económica, incluyendo el derecho a la inversión. » (El subrayado es nuestro).
Las fiestas Patrias no son el problema, lo son quienes se quieren provechar del silencio de los incautos y de los tienen silenciados, amedrentados con la Policía y la judicialización. Hay quienes se prestan a la denigración de su patria por menos de las monedas que recibió Judas.
Los panameños, debemos expresar nuestro luto por el atropello a la dignidad de los educadores, de los trabajadores, de la población en general.
Expresémonos durante los días patrios, con una pequeña cinta negra, en la solapa de la parte superior izquierda de la camisa o durante todo el mes de noviembre. Panamá no se rinde ni se vende. Soy el hijo de Juana. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, máster en Recursos Humanos.
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