
Por Yorleny Y. Villarreal V.
Periodista
Es inaudito que en pleno siglo XXI, aún tengamos que bregar con temas como estos!. El silencio institucional tiene miles de rostros ocultos detrás de cada pared que se convierte en un grito de auxilio desesperado.
Son muchos los funcionarios públicos que atraviesan sus jornadas laborales bajo una sombra silenciosa: el bullying y el acoso laboral institucional no escapa del día a día.
Estos actos, que van desde la humillación constante, la exclusión sistemática hasta represalias por denunciar irregularidades, no solo afectan la salud mental y física de los trabajadores, sino que erosionan la eficiencia, la ética y la credibilidad del aparato estatal.
Las instituciones del Estado, que, deberían ser modelos de respeto, legalidad y derechos humanos, muchas veces se convierten en espacios donde reina el miedo, la manipulación y la impunidad.
Funcionarios con poder y muchas veces funcionarios sin mando ni jurisdicción actúan bajo las cuerdas manipuladas de quienes los lideran, abusando de su jerarquía, extralimitándose en el ejercicio de las funciones bajo su cargo para intimidar, invisibilizar y castigar a quienes simplemente buscan ejercer su trabajo con dignidad.
Este fenómeno, tristemente normalizado, se perpetúa por la falta de protocolos claros, la debilidad de los mecanismos de denuncia y el silencio cómplice de quienes, por temor a represalias, prefieren callar.
El acoso laboral no discrimina nivel educativo, cargo, ni antigüedad. Afecta tanto a jóvenes profesionales como a veteranos del servicio público, generando estrés crónico, ansiedad, depresión y, en algunos casos extremos hasta pensamientos suicidas.
Además del daño individual, estas prácticas disminuyen la productividad, promueven la desmotivación y fomentan una cultura organizacional tóxica.
Es urgente que el Estado panameño reconozca esta problemática como parte de la actual crisis institucional.
Se necesitan reformas profundas que incluyan la creación de unidades especializadas en acoso laboral dentro de cada entidad, programas de formación en liderazgo ético, y leyes que verdaderamente protejan a la víctima, sin convertirla en blanco de más violencia.
El Silencio Institucional no puede seguir siendo el rostro oculto del acoso laboral en el aparato gubernamental El silencio no puede seguir siendo la política no escrita de nuestras instituciones, se requiere, reconocerlo y darle más visibilidad a este problema; ese, el primer paso para erradicarlo. Es hora que el respeto y la dignidad laboral se conviertan en pilares reales para todos los servidores públicos, elemento que resultaría en un servicio de calidad a la población.
Por otro lado, el tema del «bullying laboral”. Si bien es cierto, técnicamente el término no está expresamente mencionado como tal en la ley, pero el acoso laboral” Sí”.
Sugerencias:
Sí usted está pasando por esto, es importante que conozca un poco las leyes que te protegen
- Código de Trabajo de Panamá
El Código de Trabajo establece normas generales sobre el respeto a la dignidad humana del trabajador y protege contra tratos abusivos, discriminación, y prácticas desleales en el lugar de trabajo.
Artículo 213: Permite al trabajador terminar el contrato si el empleador incurre en actos que atenten contra la dignidad, moral o integridad del trabajador.
Artículo 127: Impone al empleador la obligación de respetar los derechos humanos y condiciones dignas del trabajador.
- Ley 7 de 2018 – Ley de Igualdad de Oportunidades
Prohíbe toda forma de discriminación y acoso, incluyendo el acoso laboral, basado en género, orientación sexual, religión, entre otros. Esta ley es aplicable a las instituciones públicas.
- Normas del sector público
En el sector público, el Reglamento Interno de cada entidad, junto con la Ley de Carrera Administrativa, establece principios éticos que condenan el abuso de poder y la falta de respeto entre funcionarios.
Algunas instituciones del Estado han adoptado protocolos internos contra el acoso laboral, pero no existe una política pública unificada o ley nacional específica que regule el acoso laboral de forma integral y con sanciones claras.
El acoso laboral puede denunciarse legalmente en Panamá bajo ciertas disposiciones del Código de Trabajo y otras leyes complementarias.
Sin embargo, ¿Qué falta en Panamá en materia de legislación?
Se requieren leyes específicas que definan claramente qué constituye acoso laboral o mobbing.
Es de imperante necesidad establecer procedimientos de denuncia confidenciales y protección efectiva a la víctima.
1- Que obligue a las instituciones a tener protocolos internos de prevención y atención del acoso.
2- Donde se Impongan las sanciones claras al agresor.
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El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.